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Pescadores de Santa Rosa de Calchines se encuentran preocupados por el único acceso al río San Javier, que ha quedado nuevamente obstruido por camalotes y yuyos. Esta situación dificulta la labor de pesca y afecta la economía local.
Carlos Ovelar, uno de los pescadores afectados, explicó que el problema surge a unas 6 o 7 cuadras del camping San Antonio. Según él, a medida que pasa el tiempo, el agua retrocede y el bloqueo empeora. Los camalotes y yuyos crecen sin control, cerrando el arroyo y dejando a los pescadores sin acceso al río.
A pesar de los esfuerzos por parte de los pescadores para despejar la vía, el avance del yuyo ha sido imparable. «Con los pescadores intentamos achicarlo de un metro a dos metros, pero nos gana porque tiene mucha raíz para abajo. Se está haciendo terraplén, no es un canutillo suelto, no es un camalotal suelto, este tiene por lo menos un metro de raíz y está muy arraigado”, afirmó Ovelar.
El yuyo de río, que no llegó con el curso del agua durante la remontada del río, se originó durante la bajante. «Esto no llegó con el agua, con la crecida, se creó cuando con la sequía, de chicos empezaron a crecer y a medida que va creciendo más y mas se arraiga el yuyo», comentó Ovelar. La solución, según él, requiere maquinaria grande para poder retirar el yuyo que obstaculiza el acceso.
Varios pescadores han intentado utilizar embarcaciones pequeñas para despejar la vía, pero la magnitud del problema requiere de equipos más grandes y eficientes. La comunidad pesquera de Santa Rosa de Calchines hace un llamado a las autoridades para encontrar una solución a este inconveniente creciente que pone en riesgo su sustento y la economía de la región.
