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El Gobierno de Venezuela ha decidido tramitar una orden de captura internacional contra el presidente argentino, el titular de la cartera de Seguridad y la secretaria general de Presidencia. Esta acción surge en el contexto de un conflicto diplomático relacionado con la retención de un avión venezolano-iraní en Buenos Aires.
El Fiscal General de Venezuela denunció que el gobierno argentino ha cometido “robo y desmantelamiento” del avión de la empresa Emtrasur, que permanece en suelo argentino desde 2022. Según la acusación, se le atribuyen al presidente argentino varios delitos, incluyendo robo agravado y asociación para delinquir, entre otros.
Este anuncio se produce apenas dos semanas después de que el gobierno argentino, a través de su canciller, presentara un pedido de detención ante la Corte Penal Internacional contra el presidente venezolano y otros líderes de su administración. Además, fiscales argentinos han solicitado la captura del presidente de Venezuela y de su ministro del Interior, intensificando así la tensión entre ambos países.
La controversia por el avión ha escalado en un clima de creciente polarización política y conflictos diplomáticos entre Argentina y Venezuela. A medida que se desarrollan estos eventos, la comunidad internacional observa con atención las repercusiones de esta situación.
Mientras tanto, tanto el gobierno argentino como el venezolano se encuentran en una encrucijada, donde las decisiones que se tomen podrían afectar no solo sus relaciones bilaterales, sino también la estabilidad regional. La diplomacia juega un papel crucial en el desenlace de esta compleja situación, que sigue evolucionando.
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