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La Asociación Civil de Médicos Especialistas en Cardiología ha decidido suspender el crédito directo a los afiliados de IAPOS a partir del 28 de septiembre. Esta medida implica que los pacientes deberán abonar las consultas y luego solicitar el reintegro a la obra social. Según explicó el Dr. Adrián Carlessi, la decisión no afecta la atención médica, pero responde a una situación insostenible provocada por las condiciones impuestas por IAPOS y otros desafíos financieros.
La decisión de los cardiólogos de suspender el crédito directo surge en medio de una serie de desacuerdos con IAPOS, que, según Carlessi, han adoptado medidas «persecutorias» hacia los profesionales médicos. Aunque la atención médica continuará, los pacientes deberán pagar de su bolsillo y luego gestionar el reintegro. Carlessi detalló que el costo de la consulta médica se ha fijado en 18 mil pesos, y el electrocardiograma en 6 mil pesos, valores que están por debajo del «valor ético» que oscila entre 20 mil y 24 mil pesos. Esta medida se tomó para mitigar el impacto financiero tanto para los pacientes como para los médicos.
LA PERSPECTIVA DE LOS MÉDICOS
Carlessi también subrayó las dificultades que enfrentan los médicos debido a los retrasos en los pagos por parte de las obras sociales. Mencionó un caso reciente en el que una consulta realizada en abril fue abonada recién en julio, con una pérdida significativa debido a la inflación. Además, destacó la disparidad entre las consecuencias legales de una mala práctica médica, que puede costar millones, y la remuneración por una buena práctica, que apenas cubre los costos operativos.
NEGOCIACIONES EN CURSO
Aunque la situación con IAPOS ha llegado a un punto crítico, Carlessi indicó que la Asociación sigue negociando con otras obras sociales para intentar mejorar las condiciones de pago. No obstante, el valor que abonan estas obras sociales sigue estando muy por debajo de lo considerado ético, y los pagos suelen demorarse varios meses, lo que complica aún más la situación financiera de los médicos.
La medida adoptada por los cardiólogos refleja el desgaste de un sistema que no solo afecta a los profesionales de la salud, sino también a los pacientes, quienes ahora deberán ajustar sus presupuestos para continuar recibiendo atención médica. La comunidad médica espera que esta situación limite se resuelva con el tiempo, y que las negociaciones actuales logren mejorar las condiciones para ambas partes. Mientras tanto, los pacientes deben estar preparados para los cambios que se implementarán a partir del 28 de septiembre.