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El Tribunal Oral Federal de Santa Fe dictó sentencia contra siete de los ocho acusados por el cultivo ilegal de marihuana en un predio sobre la ruta 1. La investigación reveló que el emprendimiento operaba bajo una fachada legal y estaba conectado de forma clandestina a la red eléctrica.
El Tribunal Oral Federal de Santa Fe condenó esta semana a siete de los ocho acusados en la causa que investigó el funcionamiento de un vivero narco en Arroyo Leyes, que operaba bajo una apariencia legal y con conexión eléctrica clandestina.
El principal implicado, Gabriel Alberto “Cachi” Nudel, fue considerado el cerebro del emprendimiento ilegal, ubicado en un campo del kilómetro 19 de la ruta provincial N° 1. La causa se inició el 13 de febrero de 2024, cuando agentes de la Policía Federal Argentina allanaron el predio y hallaron más de 1.500 plantas de marihuana distribuidas en distintas parcelas. En el lugar fueron detenidos siete hombres vinculados al proyecto clandestino.
Los acusados fueron identificados como “Cachi” Nudel, Mauricio José Zambón, Tomás Francisco Benítez, Napoleón Sebastián Cardo, Gastón Celestino Persoglia, Adrián César Poncio Nerbutti y el abogado Osvaldo Ceresole. Más tarde se sumó a la investigación el dueño del campo, Marco Patricio Rioja, acusado de haber facilitado el inmueble a la organización.
El fiscal federal Walter Rodríguez cerró la etapa de instrucción en febrero de 2025 y elevó el expediente a juicio oral, que comenzó el 1° de octubre. Sin embargo, siete de los ocho imputados firmaron acuerdos de juicio abreviado, mientras que Ceresole optó por enfrentar el proceso ante el tribunal.

Condenas y decomisos
Tras el juicio, el tribunal —presidido por el juez Ricardo Moisés Vázquez— condenó a “Cachi” Nudel a seis años de prisión efectiva, al ser hallado responsable de cultivo de plantas para producir estupefacientes (dos hechos), tenencia ilegal de armas de fuego de guerra y hurto de energía eléctrica en dos oportunidades.
Por su parte, Mauricio Zambón recibió la misma pena de cuatro años de prisión por su participación en la logística y gestión de la producción, tanto en el predio de Arroyo Leyes como en otro vivero clandestino montado en una vivienda de calle Santiago del Estero al 3600, en la ciudad de Santa Fe.
El dueño del campo, Marco Rioja, fue condenado a tres años de prisión condicional por haber facilitado el terreno donde se desarrolló el cultivo ilegal. En tanto, Benítez, Cardo, Persoglia y Nerbutti recibieron penas de dos años de prisión efectiva por los delitos de cultivo de plantas para producir estupefacientes y tenencia ilegal de armas de fuego de uso civil y de guerra.
El fallo también dispuso el decomiso de dos camionetas Toyota Hilux, así como de las armas y municiones secuestradas durante los allanamientos.
Con las condenas firmes, la Justicia federal dio por cerrado uno de los casos de narcoproducción más relevantes de los últimos años en el litoral santafesino, que reveló una estructura organizada de cultivo, acopio y comercialización de marihuana bajo la cobertura de un supuesto vivero legal.







