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Con la declaración del Sales Rubio, principal acusado, se reanudó este martes el juicio a los entrenadores de triatlón de San José del Rincón, imputados por múltiples casos de abuso sexual infantil.
El juicio contra Walter Sales Rubio, Sheila y Soledad Arteriza, y Alicia Reina se reanudó este martes en los tribunales de Santa Fe. Tras un receso de dos semanas, el proceso retomó con la extensa declaración de Sales Rubio, quien se defendió de las acusaciones de abuso sexual infantil ante un tribunal compuesto por los jueces Leandro Lazzarini, Pablo Busaniche y Sebastián Szeifert.
El juicio comenzó el 13 de mayo con los alegatos de apertura. Los fiscales solicitaron condenas de hasta 50 años de prisión, mientras que las defensas pidieron la absolución. En esta segunda jornada, Sales Rubio habló durante más de una hora, negando todas las acusaciones y alegando que la causa fue “armada” por una de las denunciantes. Declaró que un exdefensor le sugirió que se hiciera cargo de los hechos para exculpar a las mujeres involucradas y expresó temores hacia los fiscales Alejandra Del Río Ayala y Matías Broggi.
Tras la declaración de Sales Rubio, comenzaron a testificar los primeros denunciantes. Los abusos denunciados salieron a la luz en 2021, cuando una exatleta se animó a hablar después de escuchar sobre el Caso M. en el medio Aire de Santa Fe. A esta denuncia inicial se sumaron otras, alcanzando un total de 15 jóvenes. Todos sostuvieron que los abusos ocurrieron mientras eran menores de edad, en el marco de los entrenamientos deportivos.
Sales Rubio enfrenta acusaciones por 15 hechos de abuso sexual a menores de entre 10 y 18 años, perpetrados de manera reiterada mientras estaban a su cargo como entrenador de triatlón en San José del Rincón. La Fiscalía anticipó que solicitará 50 años de prisión. Sheila Arteriza fue acusada por 12 hechos de abuso sexual, con una posible condena de 30 años. Solange Arteriza enfrenta acusaciones por cinco hechos y podría recibir una condena de 20 años. Alicia Reina, acusada de haber abusado sexualmente de un menor durante casi siete años, enfrenta una posible condena de 16 años.
Los hechos denunciados se remontan a la primera década de los 2000. Las víctimas tenían entre 10 y 18 años y muchos fueron abusados durante varios años. Los abusos ocurrieron en la vivienda de Alicia Reina, utilizada como lugar de entrenamiento, así como en el río y durante viajes por competencias deportivas. La Fiscalía subrayó la gravedad de los hechos, calificándolos como “aberrantes” y destacó el impacto psicológico y emocional en las víctimas.
Para justificar las altas penas solicitadas, los fiscales argumentaron que los hechos son extremadamente graves, no solo por su naturaleza, sino también por el contexto de abuso sostenido y reiterado con múltiples víctimas. Subrayaron la manipulación y el daño causado a las víctimas, quienes fueron sometidas a abusos por figuras de autoridad en las que confiaban. Sales Rubio era visto como una figura paterna y su renombre en el ámbito deportivo facilitó la perpetración de los abusos.