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El Poder Ejecutivo se guarda la carta de un programa más duro de control de precios si no encamina la negociación. Cómo es el plan a cinco puntas que piensa el Ministerio de Desarrollo Productivo para contener el salto inflacionario.
El Gobierno se guarda bajo la manga una carta decisiva en caso de que el diálogo urgente que retomará este martes con empresarios alimenticios y supermercados no llegue a buen puerto: un nuevo congelamiento de precios, una medida que ya aplicó durante el inicio de la pandemia y en octubre pasado. Esa sombra forma parte de un plan a cinco puntas con el que avanza el Poder Ejecutivo para intentar contener el salto de precios de las últimas semanas.
El esquema también incluye el fideicomiso que subsidiará el precio local del trigo para que ese insumo cueste lo mismo que costaba antes del inicio de la guerra en Ucrania, una retracción de incrementos en góndola de una serie de productos que, para Comercio Interior, no se justifican por la crisis en el mercado global alimenticio y dos últimas medidas más focalizadas: un “mini Precios Cuidados” para almacenes y comercios de barrio y precios de referencia en el Mercado Central de Buenos Aires para un grupo de productos frescos.
El Gobierno se guarda en la negociación con los empresarios una carta ya utilizada en el pasado: un nuevo congelamiento de precios, una medida que ya aplicó durante el inicio de la pandemia y en octubre pasado
El ministro de Desarrollo Productivo, Matías Kulfas, no dudó este lunes en poner sobre la mesa de negociación un eventual regreso de Precios Máximos -una medida tomada al comienzo de la cuarentena estricta de marzo de 2020-, que fue, por lejos, la política de precios que más reclamos levantó entre las compañías del sector. Precios Máximos implicó un tope de valores para una grupo de productos de la canasta básica que quedaron congelados por resolución y que recién se desarmó casi un año después. En octubre pasado Comercio Interior volvió a ensayar ese esquema compulsivo similar, también para atender un escenario de subas aceleradas en la canasta básica.
El puñado de empresarios que este lunes por la mañana acudieron a la sede del Ministerio de Desarrollo Productivo para un primer cara a cara con Kulfas y con Roberto Feletti se habían llevado la sensación de que el Gobierno no buscaría avanzar en una medida de este tipo. “Nos pidieron compromiso y parar la pelota, están muy preocupados por la inflación de febrero y también de marzo”, comentó un ejecutivo presente en el encuentro ante los funcionarios.
Kulfas mencionó en conferencia de prensa que “creemos que el diálogo genera resultados”, pero contrapuso: “En más de una ocasión aplicamos la ley de abastecimiento y lo volveremos a hacer si fuera necesario”. “Hemos aplicado un esquema de precios máximos, y esperamos no tener que volver a eses esquema tan rígido. Pero si fuera necesario, lo haremos, esperemos que no. Aplicamos multas cuando hubo faltantes por ejemplo de aceites”, advirtió el ministro.
“Son muchos los rubros donde encontramos subas importantes, del 10, del 15, del 20 por ciento o más. En aquellos productos que tienen que ver con el trigo y la harina, el anuncio del fideicomiso hace que el costo de reposición se estabilice y vuelva a niveles previos. Otros productos se van a analizar caso por caso. Queremos discutir sector por sector. Esto es una exigencia de que seamos responsables, no podemos estar jugando con los alimentos”, disparó Kulfas.
En el Gobierno consideran que la reunión de esta mañana con la industria alimenticia y los supermercados fue tensa y que los ejecutivos del sector se sorprendían por los planteos oficiales sobre subas desmedidas. Incluso se quejaban de que los empresarios del sector se echaban culpas cruzadas y apuntaban a distintas etapas de la cadena como causantes de los aumentos. “El remarcador es el otro”, mencionó Kulfas en tono irónico.
“En más de una ocasión aplicamos la ley de abastecimiento y lo volveremos a hacer si fuera necesario. Hemos aplicado un esquema de precios máximos, y esperamos no tener que volver a eses esquema tan rígido. Pero si fuera necesario, lo haremos, esperemos que no” (Kulfas)
Entre las propias compañías, de todas formas, se miran de reojo por los aumentos de las últimas semanas. “Nosotros remarcamos 9% pero hay otras que aprovecharon y aumentaron 15%”, bufaban desde una firma de consumo masivo. En el sector creen que la negociación que se retomará desde este martes mano a mano con Comercio Interior incluirá también la renovación de Precios Cuidados, previsto para el 7 de abril. “Van a pedirnos más productos y que haya más volumen de abastecimiento”, anticipaba una alimenticia.
Según trascendió, el Gobierno ya le habría anticipado a los jugadores de la industria alimenticia que desde el mes próximo Precios Cuidados se podría actualizar mensualmente con un ritmo de 3%, por encima del 2% que operó entre enero y este mes, cuando finaliza la etapa vigente del programa de control de precios.
Las góndolas de los supermercados muestran faltantes en productos como fideos
Las góndolas de los supermercados muestran faltantes en productos como fideos
El ministro tampoco descartó la idea de la creación de una empresa nacional de alimentos, una idea que surgió hace algunas semanas por propuesta de un funcionario del Ministerio de Desarrollo Social Rafael Klejzer. De todas formas, tal como lo hizo en su momento la Secretaría de Comercio Interior, lo circunscribió a un fondo público que compre por anticipado un grupo de alimentos frescos (papa, cebolla y tomate, según se estima) y establecer precios de referencia para evitar el impacto de la estacionalidad.
Desde este martes comenzarán a desfilar de forma individual las empresas de consumo masivo nucleadas en Copal. El careo con Comercio Interior será para que justifiquen aumentos de las últimas semanas que no tengan como explicación la escalada de valores globales de los insumos alimenticios. En un despacho oficial incluso mencionaban que había bienes que poco tenían que ver con la cadena del trigo y la harina, como algunos de limpieza, que también fueron remarcados en las últimas semanas.
Desde este martes comenzarán a desfilar de forma individual las empresas de consumo masivo nucleadas en Copal. El careo con Comercio Interior será para que justifiquen aumentos de las últimas semanas que no tengan como explicación la escalada de valores globales de los insumos alimenticios.
Según datos del Indec, en febrero el jabón en pan, por ejemplo, tuvo un incremento de 11,2%, mientras que otros bienes del rubro como el shampoo lo hicieron en 8,5%, la lavandina (6,1%), jabón de tocado (5,8%) y desodorante (5,1 por ciento).
En el Gobierno trabajan con un deadline corto para terminar con las negociaciones y poder retrotraer, por un lado, el precio local del trigo y la harina a febrero y los aumentos que no tengan justificación al 8 de marzo. Kulfas incluso anticipó que el miércoles Feletti anunciaría una medida adicional, que sería el nuevo “mini Precios Cuidados” para comercios de cercanía. Es una iniciativa que el Poder Ejecutivo ya intentó el año pasado, cuando la secretaria de Comercio Interior estaba al mando de Paula Español. Tuvo vigencia entre junio y diciembre y tanto en la industria como fuentes oficiales reconocen que ni siquiera pudo arrancar.
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