Getting your Trinity Audio player ready...
|
Sin Cristina en el cierre de la sesión, el proyecto del Gobierno para renegociar la deuda externa consiguió ser aprobado en la Cámara alta.
Después de más de nueve horas de sesión, el Senado de la Nación aprobó este jueves el proyecto de refinanciamiento de la deuda con el Fondo Monetario Internacional. El resultado llegó apenas pasadas las 23, con 56 votos afirmativos, 13 negativos y 3 abstenciones. Al momento de la votación era la formoseña Claudia Ledesma Abdala quien presidía la sesión.
Antes de iniciar el tratamiento del texto, cerca de las 14, los legisladores hicieron un homenaje a las víctimas del atentado a la Embajada de Israel, en el día en que se cumplen 30 años del ataque.
La vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner se puso al frente de la sesión, en medio de la discusión interna que el acuerdo con el organismo internacional ha ocasionado hacia adentro del Frente de Todos. Durante algunas horas, la reemplazó la santafesina Carolina Losada (JxC). Al cierre, era Ledesma Abdala quien conducía el debate.
Posiciones
Mientras que Juntos por el Cambio unificó su postura a favor del acuerdo, el Frente de Todos votó dividido a raíz del rechazo de los senadores cercanos a Cristina Kirchner a convalidar la deuda contraída por Mauricio Macri en 2018, y por las objeciones al programa económico comprometido por el Gobierno con el FMI.
Las tres abstenciones a la votación fueron protagonizadas por Lucila Crexell (JxC), Silvina García Larraburu (FDT) y Silvia Sapag (FDT).
Por su parte, los votos negativos llegaron de la mano de Eugenia b(Frente Unidad Justicialista San Luis), Juliana Di Tullio (FDT), Claudio Doñate (FDT), María Eugenia Duré (FDT), Anabel Fernández Sagasti (FDT), Nora Giménez (FDT), Ana María Ianni (Frente para la Victoria), Oscar Parrilli (FDT), María Inés Pilatti Vergara (FDT), Mariano Recalde (FDT), Adolfo Rodríguez Saá (Frente Unidad Justicialista San Luis), Matías Rodríguez (FDT) y Guillermo Snopek (Frente Justicialista).
Perón y default
Uno de los discursos más llamativos de la jornada estuvo a cargo del senador Adolfo Rodríguez Saá. Con las obras completas de Perón sobre su banca, Rodríguez Saá, quien durante su efímero paso por la Casa Rosada declaró el default, leyó fragmentos del discurso que pronunció hace poco más de 20 años ante la Asamblea Legislativa que lo había proclamado presidente interino de la Nación.
En aquel mensaje, el puntano, que estuvo al mando del país durante siete días en diciembre de 2001, declaró la cesación de pagos y fue aplaudido por los legisladores de esa época.
Al exponer en la sesión especial para tratar el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI), Rodríguez Saá sacó a relucir los tomos completos de la obra de Juan Domingo Perón para argumentar su mirada respecto de la deuda externa.
Ese gesto provocó una sonrisa generalizada de los legisladores del Frente de Todos, que aplaudieron la ocurrencia, y arrancó incluso una carcajada en la titular del Senado, Cristina Kirchner, quien en ese momento dirigía la sesión.
Pagos a futuro
Los compromisos asumidos por el Gobierno en materia económica tendrán una duración de dos años y medio, al tiempo que el Estado tendrá un período de gracia de cuatro años para cumplir con las obligaciones de deuda.
Por otra parte, los desembolsos que irá haciendo el FMI estarán sujetos a la aprobación del organismo acreedor en las revisiones trimestrales sobre el cumplimiento de las metas. .
El primer desembolso está previsto para antes de que finalice el mes, por un monto de 9.760 millones de dólares. El programa prevé una baja del déficit primario al 2,5% del PBI durante este año, al 1,9% en 2023, y del 0,9% en 2024.
Más seguridad
Luego de los incidentes de la semana pasada frente al Palacio Legislativo cuando la Cámara de Diputados sesionaba para tratar el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI), la izquierda volvió a concentrarse en la Plaza del Congreso pero esta vez no se produjeron desmanes y la protestas finalizó sin altercados.
El Congreso había amanecido vallado desde temprano a la espera de la nueva movilización.