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El último informe epidemiológico provincial registró un incremento sostenido de notificaciones desde mediados de año, en línea con el brote nacional. La mayoría de los casos se concentran en Rosario y el grupo más afectado es el de menores de un año.
El Ministerio de Salud de Santa Fe informó que hasta esta semana se notificaron 241 casos sospechosos de tos convulsa en la provincia. De ellos, 46 fueron confirmados y 11 se clasificaron como probables, lo que eleva el total a 57 casos. La mayor concentración se registró en el departamento Rosario, que reúne 37 de los casos confirmados (80,4%).
Además, el informe detalla que hubo tres casos en La Capital, dos en General López, dos en Constitución, y uno en Caseros y uno en Castellanos.
En cuanto a las edades, los menores de un año constituyen el grupo más afectado, con 20 casos confirmados. El segundo rango con mayor incidencia es el de chicos de 10 a 14 años, donde se reportaron 13 casos entre confirmados y probables. En adultos se contabilizaron ocho casos.
Entre las víctimas fatales figura un bebé de Villa Gobernador Gálvez, diagnosticado con coqueluche, una infección invasiva por Haemophilus influenzae (no capsulado) y meningitis por Streptococcus pneumoniae. Según el informe, el niño «no se encontraba dentro del rango etario para la administración de vacunas que contuviera el componente pertussis y la madre no contaba con antecedente de vacunación durante el embarazo».
El documento señala que las notificaciones crecieron desde mediados de año, con picos entre las semanas epidemiológicas 39 y 47, un comportamiento que coincide con el brote nacional, especialmente marcado en Buenos Aires y Ushuaia.
Qué es la tos convulsa
La tos convulsa o coqueluche es una enfermedad infecciosa aguda de la vía aérea baja causada por la bacteria Bordetella pertussis. Altamente contagiosa, evoluciona en tres fases: catarral, paroxística y convalecencia. Sus formas más graves se observan en menores de seis meses.
Se presenta en ciclos epidémicos cada 3 a 5 años, con mayor incidencia en invierno y comienzos de la primavera. Es inmunoprevenible mediante vacunas que contienen el componente pertussis, presentes en esquemas como la séxtuple, pentavalente, triple bacteriana celular y acelular.
La transmisión ocurre de persona a persona a través de gotitas respiratorias que se liberan al toser o estornudar. Los síntomas suelen aparecer entre 7 y 10 días después del contagio e incluyen fiebre, secreción nasal y tos, que progresa hasta convertirse en episodios de tos convulsiva.
Complicaciones y prevención
La enfermedad puede derivar en neumonía, convulsiones y afecciones neurológicas. Sin tratamiento, el período de contagio puede extenderse hasta tres semanas después del inicio de la tos, y los accesos pueden persistir entre 4 y 8 semanas.
El Ministerio de Salud insiste en la importancia de la vacunación de embarazadas y convivientes para proteger a los bebés, el grupo más vulnerable. También recuerda que el coqueluche es una enfermedad de notificación obligatoria, por lo que cada caso sospechoso debe registrarse con su correspondiente ficha epidemiológica.







