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La Universidad Nacional del Litoral detalló las razones detrás de la falta de garantía en la rigurosidad de los análisis del agua, generando un debate sobre la gestión y monitoreo del estado de la Laguna Setúbal.
Tras la decisión de la Municipalidad de Santa Fe, el 15 de noviembre de 2024, de habilitar solo la playa de la Costanera Este como balneario en la Laguna Setúbal y prohibir el ingreso al agua en otras playas, surgieron dudas sobre los niveles de contaminación en la margen oeste del espejo de agua. La Universidad Nacional del Litoral (UNL), a través de su secretario de Vinculación y Transferencia, Javier Lottersberger, explicó los motivos de esta situación.
Según Lottersberger, la UNL no puede garantizar la rigurosidad de los análisis debido a la forma en que se recolectan las muestras. «Esa cláusula de confidencialidad existe porque nosotros no recolectamos las muestras, nos las traen. No es lo mismo tomar la muestra en la costa que a mitad de la Laguna», explicó. Aunque confían en la idoneidad del personal municipal encargado de la recolección, la universidad se limita a procesar los datos entregados. Esto implica que la responsabilidad final sobre la calidad de las aguas recae en el municipio.
El secretario recordó un convenio existente durante la gestión de Mario Barletta como intendente, cuando se implementaba un monitoreo regular de la Laguna Setúbal con protocolos establecidos por la Facultad de Bioquímica, bajo la dirección de la profesora Beatriz Lerman. Sin embargo, este convenio finalizó, y desde entonces, los análisis se realizan bajo un sistema de órdenes de trabajo individuales.
Un desafío adicional es la falta de parámetros nacionales para evaluar la aptitud de las aguas recreativas. «En Argentina, no hay normas específicas. Hay referencias internacionales, pero aplicar esas métricas requiere estudios prolongados y recursos», señaló Lottersberger, subrayando la complejidad de garantizar un monitoreo constante y confiable.
La situación expone la necesidad de establecer un protocolo permanente de monitoreo en la Laguna Setúbal, con estándares claros y recursos adecuados para proteger a los bañistas y promover la sostenibilidad de este importante recurso natural.