Getting your Trinity Audio player ready...
|
La expulsión del entrerriano Edgardo Kueider del Senado, tras haber sido detenido en Paraguay con u$s 200 mil dólares sin declarar y ser acusado de contrabando, fue el sorpresivo resultado de una sesión en la que se discutía si tomar esa medida o limitarla a una suspensión. La sesión se vio atravesada por un fuerte debate político de especulaciones y acusaciones cruzadas vinculadas al hecho de que la banca del legislador, votado en la boleta del kirchnerismo pero últimamente alineado con La Libertad Avanza, pasará a ser ocupado por una integrante de La Cámpora, y modificará la relación de fuerzas en contra del oficialismo. Pero, de manera también inesperada, la discusión posterior viró a la validez de la reunión, considerando que durante su desarrollo fue presidida por Victoria Villarruel, que en ese momento debió estar a cargo del Poder Ejecutivo nacional, con el presidente Javier Milei en viaje hacia Italia.
Este viernes, Kueider había solicitado a la Justicia que se declare inválida la sesión, alegando que Victoria Villarruel se encontraba a cargo del Poder Ejecutivo, ante la ausencia de Javier Milei, y no podría presidir el Senado. En la mañana de este lunes, la defensa del senador de Entre Ríos amplió la medida cautelar, agregando declaraciones radiales del Presidente, en donde asegura que la sesión es «inválida».
Edgardo Darío Kueider, ex senador nacional por la provincia de Entre Ríos. Archivo El Litoral
Desde la defensa de Kueider, señalaron que esa «manifestación pública» fue una «confesión expresa extrajudicial», y agregó: «No puede rebatirse en este proceso en forma alguna que Victoria Villarruel ejercía el cargo de presidente al momento de los hechos denunciados». Al día siguiente de la destitución, desde Casa Rosada, capturas de chat de por medio, afirmaron haberle comunicado a la vicepresidenta de la Nación que el jefe de Estado estaba partiendo hacia Italia.
Debate jurídico
El escrito, de 43 carillas, señala como momento clave el cuarto intermedio que hubo a las 15.08, antes de la votación del Senado. «Ese cuarto intermedio genera la suspensión de la asamblea y fracciona la continuidad del acto. Ante ello, si bien al inicio de la sesión la misma es válida y durante su primera parte la Sra. Villarruel actuó en una solución de continuidad, el cuarto intermedio opera como una interrupción del acto originario y de esa solución de continuidad», planteó el abogado.
También, en esta segunda presentación, desde que la Cámara alta aprobó la remoción de Kueider por unanimidad, fueron contempladas las expresiones de Milei respecto a que la sesión fue «inválida», quien también señaló que «se podría hacer nuevamente» y que «la escribanía interactuó» con la secretaria de la presidenta del Senado.
Villarruel presidió la sesión de la expulsión de Kueider con Milei en el exterior y el presidente la calificó como «inválida».
La discusión formal sobre la situación de Kueider se cifra en que su expulsión no corresponde, porque la sesión era inválida, y la sesión era inválida porque Milei estaba fuera del país. Esta afirmación se basa a su vez en la premisa de que una vez que el Presidente sale del país, el vicepresidente automáticamente queda al frente del Poder Ejecutivo, aunque el acta de traspaso del poder la firme más tarde. Y que, con acta o sin acta de transferencia formal del mando (el escribano la llevó para la firma de la vice a las 19, después de la sesión), Villarruel estaba al frente del Poder Ejecutivo.
Sin embargo, para muchos, como el presidente provisional del Senado Bartolomé Abdala, eso tampoco inhibe a Villarruel de presidir la sesión del Senado, porque no vota (excepto en un caso de empate, como fue con la ley Bases, pero no en este caso).
La votación para expulsar a Kueider.
Pero más allá de la validez o no de la sesión, otro punto central del debate formal tiene que ver con las garantías de Kueider, es decir, si se siguió el debido proceso. La pregunta que se hace al respecto es si, más allá de la «flagrancia», se puede expulsar a un legislador sin darle la oportunidad de que haga su descargo.