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Dentro de menos de un mes perderá vigencia el impuesto PAIS y así luego de cinco años dejará de estar incluido como parte del componente impositivo del acceso a divisas para el pago de importaciones, del pago de servicios facturados al exterior con tarjeta de crédito y para el turismo en otros países. El impacto automático de ese hecho tendrá varias direcciones: el tipo de cambio para importadores y turistas argentinos será más bajo y el fisco resignará un suma relevante de recaudación.
La primera medida anticipada por el Gobierno estuvo relacionada a la caída del impuesto para el acceso a divisas para el pago de importaciones, algo que fue oficializado esta medianoche en el Boletín Oficial. El Gobierno decidió eliminar a partir de este martes la retención del 95% del impuesto PAIS que ARCA -ex AFIP- solicitaba como anticipo para acceder a divisas destinadas al pago de importaciones. A un mes del fin de la vigencia de este tributo, el Poder Ejecutivo ya no exigirá este pago adelantado, lo que reduce el tipo de cambio implícito para la importación.
ARCA comunicó este lunes que “dictará una resolución general -con vigencia desde las 0 horas del día de la fecha- mediante la cual deja sin efecto la obligación del pago a cuenta del 95% del impuesto PAIS para las importaciones”.
“La medida contempla el plazo establecido por el BCRA para el acceso al Mercado de Cambios (30 días) y la fecha de vigencia del impuesto PAIS (hasta el 22/12/2024, inclusive)”, señalaron. Aclararon que “para los despachos de importación oficializados desde el día de la fecha, no será necesario realizar el pago a cuenta del impuesto PAIS”.
Los pagos de importaciones se realizan a 30 días, plazo en el que el Banco Central habilita las divisas para concretar las operaciones. Esto hace que el pago anticipado del impuesto PAIS pierda sentido, ya que cuando ese plazo se cumpla el tributo habrá dejado de estar vigente, y el acceso a los dólares no estará sujeto al impuesto.
El impuesto PAIS quedará sin efecto en menos de un mes, tras casi cinco años de su implementación en las primeras semanas del gobierno de Alberto Fernández. Como parte de las medidas económicas de emergencia iniciales, la administración había elevado y unificado en 15% la alícuota del impuesto para bienes y servicios importados. Desde octubre, esa alícuota regresó al 7,5 por ciento.
Dólar tarjeta y recaudación tributaria
Habrá otros dos efectos en la micro y macroeconomía por la extinción del impuesto PAIS. Por un lado, por el costo que deben afrontar quienes busquen acceder a divisas para consumos dolarizados o por turismo en el exterior; y hacia el fisco, un impacto recaudatorio que deberá compensar el año que viene con reajustes tributarios de otro tipo para no descuidar el equilibrio en las cuentas públicas.
Después de algunas semanas de evaluación de distintos escenario luego del fin del impuesto PAIS, el Gobierno decidió finalmente no compensar la quita de ese recargo tributario por otra vía. La Casa Rosada evaluó aumentar la carga impositiva para sostener el tipo de cambio destinado al turismo en el exterior y los consumos en dólares, como pagos de servicios de streaming y otros realizados con tarjeta, o permitir que la eliminación del impuesto PAIS abaratara estos gastos, lo que reducirá el costo de los viajes al exterior.
Finalmente, se eligió esta última alternativa en un escenario de caída de los dólares financieros, como el MEP y el contado con liquidación. El dólar tarjeta o turista se posicionaría en torno a $1.300, ya que solo aplicaría el 30% a cuenta del impuesto a las Ganancias. Según estimaciones del Banco Central, en la actualidad la mitad de los gastos de argentinos en el exterior se hacen con dólares propios, entre ellos comprados en el mercado MEP, y la otra mitad con dólar tarjeta, que demanda divisas a las arcas de la autoridad monetaria.
Algunos analistas sostienen que esta dinámica tiene un efecto indirecto: si crece la demanda de MEP para gastos en el exterior, la brecha cambiaria podría aumentar, obligando al uso de reservas para estabilizar las cotizaciones paralelas mediante instrumentos como el dólar blend. Una incógnita es qué medidas tomará el Gobierno si el MEP y el CCL vuelven a cotizar cerca de $1.300, situación en la que gastar directamente en pesos con tarjeta sería equivalente.
El saldo de la balanza turística se presenta como un factor crítico. Aunque parte del consumo en el exterior se realice con dólares ahorrados, el déficit turístico sigue siendo elevado, con consumos récord de divisas mediante tarjetas. Según Analytica, el déficit de la cuenta cambiaria por gastos de turismo alcanzó USD 593 millones en septiembre y USD 3.939 millones en lo que va del año, por debajo del promedio histórico de USD 760 millones mensuales entre 2016 y 2023, sin contar los años de pandemia.
Datos del Indec publicados este lunes dieron cuenta de que la balanza turística muestra un incentivo cambiario para que crezca la cantidad de argentinos que visiten países del extranjero. La información de octubre da cuenta de que la variación interanual del turismo emisivo fue de 24,7%, mientras que el turismo receptivo retrocedió 30 por ciento. La cantidad de argentinos que ingresar a Chile fue de más de 98 por ciento; mientras que hacia Brasil creció 31,6 por ciento.
Respecto al impacto recaudatorio, según las estimaciones oficiales incluidas en el Presupuesto 2025, la caída del impuesto PAIS implicará una pérdida de recaudación equivalente a 1,1% del Producto Bruto, lo que sería unos 5,4 billones de pesos.
Como compensación, entre los impuestos que incrementarán su participación destaca Ganancias. Con este cambio, se espera que en 2025 Ganancias represente 5,05% del PBI, frente al 4,42% de este año, lo que equivale a un aumento de 0,63 puntos porcentuales. En términos nominales, la recaudación total de Ganancias alcanzaría 38,5 billones de pesos, de los cuales 13,1 billones corresponderán a la Administración Nacional, con un incremento del 41,1%, superior a la inflación promedio prevista en el Presupuesto.
Los derechos de exportación también tendrán mayor peso tributario en 2025. Este año representarán 0,96% del PBI, mientras que el próximo año subirán a 1,43%, impulsados por un incremento nominal de 100,4% en la recaudación.
El componente impositivo del monotributo duplicará su participación en 2025, pasando de 0,04% del PBI este año a 0,09% el próximo. Este cambio generará 472.900 millones de pesos para la Administración Nacional, casi el triple de los 160.000 millones estimados para 2024. El impuesto a los combustibles también experimentará un ajuste significativo en 2025. Su participación en el total de impuestos nacionales pasará de 0,38% del PBI a 0,76%, lo que ayudará a compensar la desaparición del impuesto PAIS.