DESDE LA UNL EXPLICARON CÓMO FUNCIONAN LAS AUDITORÍAS Y HABLAN DE «GENERALIZACIONES INJUSTAS»

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Tras la ratificación del veto de Milei al financiamiento universitario y los planteos que surgen desde el oficialismo sobre que las universidades no son auditadas, la decana de la Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad Nacional del Litoral (UNL), Liliana Dillon, ofreció detalles sobre el sistema de auditorías que rige en la institución.

Según Dillon, “las auditorías forman parte de un proceso”. Señaló que los universitarios y profesionales de las Ciencias Económicas tienen incorporado este enfoque, donde la planificación, ejecución y control son etapas clave.

“O sea, vos planificas lo que vas a hacer, luego lo ejecutas, lo llevas a cabo en un período determinado; no siempre es el mismo, dependiendo del proceso. Y luego lo controlás”, explicó. La decana subrayó que “la auditoría forma parte de ese círculo, eso es lo inexorable”.

Dillon destacó que “nosotros tenemos una unidad de auditoría interna, que lo que establece es un plan de auditoría” que abarca una variedad de procesos, desde aspectos académicos hasta administrativos. “Hay distintos procesos, cuestiones vinculadas a los estudiantes, cuestiones vinculadas a los docentes, cuestiones vinculadas a la vida administrativa, lo que son las compras, las contrataciones, los pagos”, detalló.

Al referirse a la seriedad con la que se aborda el tema de la auditoría, Dillon mencionó que la universidad se ha adaptado a un sistema que algunas otras instituciones también han adoptado.

Advirtió que en la UNL, las auditorías internas funcionan permanentemente y complementan los procesos de auditoría externa, que son solicitados por la Auditoría General de la Nación (AGN).

Liliana Dillon, decana de la Facultad de Ciencias Económicas de la UNL.

En esa línea, señaló que la AGN audita diversas instituciones y organismos en momentos determinados. Dillon recordó que la UNL fue objeto de una auditoría en 2017.

“Tenemos la tranquilidad, a partir de nuestra gobernanza, de que toda la información que tenemos no solamente está disponible, sino que además está todo disponible en nuestra página web”, remarcó.

Frente a afirmaciones sobre la falta de auditoría en las universidades, algunas del mismo presidente Milei, Dillon argumentó: “Las generalizaciones son injustas” y aseguró que la UNL tiene procesos claros. Al mismo tiempo destacó que “los procesos siempre se corrigen, por supuesto siempre hay para corregir, estamos abiertos y trabajamos todos los días”.

Respecto a la auditoría externa, Dillon también aclaró que el Poder Ejecutivo, a través de la Sindicatura General de la Nación (Sigen), establece parámetros y programas de auditoría cada año. “De hecho, nuestra universidad sigue, por el vínculo que tenemos con Sigen, muchas de las recomendaciones a partir de los cuáles son los procesos y las cosas que se auditan”, indicó.

La decana destacó el vínculo fuerte que la universidad mantiene con la comunidad regional. “La Universidad Nacional del Litoral tiene un entramado muy fuerte con la sociedad, no solamente de la ciudad, sino también de la región”, dijo. Y añadió que “hablamos de un vínculo muy cercano a la comunidad. Porque se nos conoce, porque sabe lo que hacemos, porque se sabe de dónde nos movemos, cómo articulamos con la extensión, con la investigación, con la educación”.

“De todos modos, las redes tienen una llegada que genera confusión o dudas”, sostuvo. “Estamos aquí para volver a explicar nuestros números visibles, para poder comunicar y para acortar la distancia entre lo que se dice y lo que realmente se puede comprobar”.

En cuanto al presupuesto 2025, Dillon expresó su preocupación tras el veto del presidente al financiamiento universitario. “Con una preocupación muy fuerte para el presupuesto 2025. Ese presupuesto se va a discutir, se puede modificar, ese presupuesto puede no aprobarse”, advirtió.

Con relación al 2024, la decana definió: “Cuesta cerrarlo. El ajuste presupuestario fue parcial y tuvo que ver con los gastos de funcionamiento, pero no con los salarios docentes, que han quedado muy relegados, lo que ha generado una movilidad docente que se traduce en un éxodo hacia la actividad privada. Todo esto resiente la actividad de investigación y académica, y por lo tanto, la extensión, que ahora va perdiendo músculo debido a los docentes que abandonan la actividad”.

Finalmente, Dillon reafirmó el compromiso de la UNL con la formación de sus estudiantes, asegurando que “la educación es la única salida a cualquier crisis y la universidad efectivamente es un mecanismo de ascenso social”.

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