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La Sociedad Argentina de Pediatría advierte sobre las consecuencias del uso excesivo de dispositivos electrónicos en niños, niñas y adolescentes, enfatizando la necesidad de establecer límites en su uso.
En un reciente documento titulado “Uso adecuado de dispositivos electrónicos en Padres e Hijos y su impacto en la comunicación, el juego, la vida al aire y el deporte”, la Sociedad Argentina de Pediatría (SAP) subraya que la sobreexposición a la tecnología puede generar alteraciones en la atención, la memoria y el aprendizaje. La presidenta de la Subcomisión de Tecnologías de Información y Comunicación, una médica pediatra, destacó la importancia de que los cuidadores acompañen a los menores en el uso de estas herramientas desde una edad temprana, promoviendo experiencias de juego y comunicación enriquecedoras.
Los pediatras coinciden en que el desarrollo emocional y psicofísico de los niños se alimenta de interacciones humanas significativas. Sin embargo, la exposición constante a pantallas puede interferir con estas experiencias vitales, llevando a problemas como la sobreestimulación sensorial, que afecta la interacción social y el desarrollo del lenguaje.
Además, un estudio revela que una mayoría de los niños menores de cinco años no cumple con las pautas de tiempo recomendado frente a pantallas, lo que resalta la urgencia de educar a las familias sobre este tema. Las profesionales enfatizan que el uso inadecuado de dispositivos puede resultar en estilos de vida sedentarios, afectando la salud física y emocional de los menores.
En conclusión, los expertos instan a los padres a establecer límites claros y a fomentar la actividad física y el juego sin pantallas. “La tecnología debe ser una herramienta, no un sustituto de las interacciones humanas”, concluyen, destacando la necesidad de priorizar la calidad del tiempo compartido en familia.