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Durante cuatro horas de charla con el fiscal Ramiro González, el exintendente de la Quinta de Olivos aseguró que existía «un gran conflicto y deterioro de la pareja» de Alberto Fernández y Fabiola Yáñez, y que ese abismo se profundizó tras la viralización de la foto del festejo de la entonces primera dama en la residencia oficial durante la pandemia de coronavirus.
«La relación entre Alberto y Fabiola cambió notablemente luego de la publicación de la foto de la fiesta de Olivos. La ruptura de la relación entre ellos fue evidente«, dijo Rodríguez, un expolicía, según pudo saber el sitio.
Además, Rodríguez dibujó un esquema de cómo son los edificios dentro del predio de la Quinta de Olivos, para qué se usan y qué distancia guardan entre sí. También precisó que hay una de las entradas a la propiedad en la cual no se registraban las entradas ni de Alberto Fernández ni de Fabiola Yáñez.
Su relato incluyó cuestiones como que la Unidad Médica Presidencial tenía sus propias dependencias y sus propios registros (al igual que la Casa Militar).
Aunque según el diario La Nación Rodríguez intervino en al menos en una oportunidad en las peleas de la pareja y en una ocasión los separó y se llevó a Fernández en un carrito de golf, el expolicía aseguró que nunca vio episodios de violencia de género pero sí escuchó los gritos de las discusiones de la pareja.
El ánimo, dijo, estaba «caldeado» y el entorno de Fabiola Yáñez «casi desapareció» tras la polémica por su fiesta en plena pandemia.
«Fabiola comenzó a frecuentar el chalet de huéspedes después de la publicación de la foto. Se instaló definitivamente a principios de 2023 a raíz del evento del teléfono de Francisquito«, contó el exintendente de la Quinta de Olivos.
Los hechos violentos no cesaron tras la mudanza. Rodríguez mencionó que un ama de llaves le dijo cierta vez: «Va la segunda vez que Fabiola se cae en el baño. Por qué no le dice al Presidente«.
Durante el mandato de Alberto Fernández Rodríguez fue su chofer, secretario y hasta cuidador de Dylan, el perro presidencial. Trabajó además para Héctor Martínez Sosa, el broker investigado por hacerse millonario con los contratos del Estado.
El hombre de confianza de Fernández también fue nombrado en la causa por la Fiesta de Olivos por haber sido encargado de confeccionar permisos truchos para circular, con el logo de Presidencia y su firma. Al menos tres de los participantes de aquella reunión circularon con ese papel.
El ex presidente es acusado de lesiones leves y graves, doblemente agravadas y amenazas coactivas. El jueves pasado declararon la periodista Alicia Barrios y a María Cantero, la secretaria de Alberto Fernández, que guardaba en su teléfono las conversaciones con Fabiola Yañez cuando la entonces primera dama le contaba que había sido golpeada por el jefe de Estado.
