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Productores de la zona de islas de Coronda denuncian que la faena clandestina se ha descontrolado, causando pérdidas millonarias y afectando gravemente la producción ganadera.
Desde hace aproximadamente dos meses, los productores ganaderos de las islas de Coronda enfrentan una problemática creciente y descontrolada. Según un productor, que prefirió mantener su anonimato por seguridad, la faena clandestina de vacunos ha causado un daño irreparable tanto monetaria como productivamente. «Nos matan dos animales por día», afirma el productor, evidenciando la magnitud del problema.
Venta ilegal en redes sociales
La carne de los animales faenados se vende abiertamente en redes sociales a un precio de $2.500 el kilo. La transacción se realiza en la misma costa, donde la carne se descarga desde las lanchas y se vende directamente a los compradores. «El problema es grave en toda la zona, desde el Barrio Punta del Este hasta Ombú de Basualdo», explica el productor, quien señala que todos los ganaderos de la región se han visto afectados.
La situación ha alcanzado niveles alarmantes de violencia. «se escuchan tiros frente al balneario, un animal quedó convaleciente y a otro lo degollaron ahí mismo», relata el productor, describiendo la brutalidad con la que operan los delincuentes. «Es como volver a la época de las vaquerías, donde se desgarraban los tendones de los animales para que no pudieran correr», agrega.
El impacto económico es devastador. «En términos económicos, un animal en pie cuesta unos 500 mil pesos. Con 35 animales contabilizados, las pérdidas ascienden a 150 millones de pesos, una cifra inmensa para productores pequeños», comenta el productor. Además, la situación es agravada por la gran cantidad de ganado en la isla, donde la provisión de pasto ha sido favorable, atrayendo aún más la atención de los delincuentes.
Desesperación y falta de respuestas
La desesperación entre los productores es palpable. «Estamos desesperados, no hay respuestas. Hubo un reciente cambio de jefe policial, pero lo veo muy lerdo para el daño que están haciendo día a día los delincuentes», lamenta el productor. Pese a sus llamados y solicitudes para coordinar patrullajes y recibir ayuda, la situación sigue estancada, sin soluciones a la vista.
La comunidad ganadera de Coronda clama por una acción inmediata y efectiva de las autoridades para detener esta ola de vandalismo y proteger su sustento y sus animales.