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El ministro de Trabajo de la provincia, Roald Báscolo, definió que los últimos seis meses han sido extremadamente difíciles a nivel nacional, comparables solo con crisis económicas como la de 2001 o la hiperinflación.
Destacó la «caída significativa del poder adquisitivo y de la actividad económica», con niveles no vistos en mucho tiempo.
En cuanto al empleo en la provincia, destacó la firmeza y la resistencia de las empresas y emprendedores, quienes están haciendo grandes esfuerzos para mantener el empleo. Sin embargo, mencionó que algunos sectores están sufriendo pérdidas de empleo, especialmente la Uocra, debido a la paralización de la obra pública.
«A nivel país han tocado seis meses muy duros. Para tener recuerdo de una crisis tan profunda en lo económico -sacando la pandemia- hay que irse al 2001 o la hiperinflación», sostuvo el funcionario.
«Es una situación muy dura que hacía mucho tiempo no se daba; con caída del del poder adquisitivo y caída de la actividad económica», graficó Báscolo.
Empleo
Sobre la situación del empleo en la provincia, describió: «La provincia está firme, resistiendo. Las empresas y emprendedores están haciendo esfuerzos enormes para sostener el empleo. En enero y febrero se hicieron adelantos de vacaciones, se perdieron turnos de trabajo, horas extras, algunas empresas pidieron entrar en un régimen de suspensiones totales o parciales porque es inaguantable la caída de la actividad económica. Hay 60 empresas en la provincia que abarcan aproximadamente un total de 10 mil trabajadores».
Reconoció que hay sectores que están registrando pérdida de empleo. «El año pasado, hasta diciembre, el sector que más puestos de trabajo había perdido en el país y en la provincia era la Uocra, el sector de la construcción. Esa caída se siguió dando en enero, febrero y marzo. Mucho tiene que ver con la paralización total de la obra pública nacional y muchos tenían que ver con la ralentización de la obra pública provincial».
«Este gobierno desde el primer día hizo todos los esfuerzos para, primero ponerse al día con las empresas constructoras porque había deudas de tres, cuatro y cinco meses. Muchas obras que habían sido abandonadas, suspendidas o ralentizadas», remarcó.