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A pesar de la investigación en curso sobre la posible contaminación de la Laguna Setúbal debido al basural de Rincón, Aguas Santafesinas asegura que la calidad del agua para consumo no se ha visto afectada. El fiscal Ignacio Lascurain lidera la investigación para determinar si el relleno sanitario comprometió el suministro de agua potable en la ciudad de Santa Fe.
Aguas Santafesinas se puso a disposición de la Justicia, proporcionando estudios de los últimos seis meses que, según ellos, confirman que «no hay ninguna afectación sobre la toma de agua». La entidad planea reunirse con el fiscal para abordar la situación y destacó que el problema central radica en el basural de Rincón, ubicado a unos siete kilómetros de la toma de agua.
El director de Aguas Santafesinas, Darío Boscarol, explicó que la toma de agua cruda en la ciudad está ubicada aguas abajo del Club Regatas, mientras que la de Rincón se encuentra en el río Colastiné, en el lado opuesto al basural. Boscarol afirmó que la problemática del basural en Rincón existe desde hace más de 20 años y que solo se evidencia cuando el río alcanza niveles excepcionales, como en la actualidad.
Los controles de calidad del agua se realizan cada cinco días, y las muestras se toman en puntos predeterminados. El Ente Regulador de Servicios Sanitarios (Enress) también realiza sus propias tomas y compara resultados con Aguas Santafesinas. La dosificación en la planta de tratamiento potabilizadora se ajusta según la composición del agua cruda, asegurando la eficiencia del proceso.
El cierre del vertedero a cielo abierto en enero y el traslado de residuos al relleno sanitario de Santa Fe son parte de la solución a largo plazo para la gestión de residuos.