MILEI Y BULRICH ESTÁN DECIDIDOS A QUEMAR LAS NAVES

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Milei y Bulrich están decididos a quemar las naves; se juegan al todo o nada y están dispuestos a comprar votos, jueces y adictos, amedrentar, provocar, rogar, asustar, mentir y reprimir para que se apruebe el dnu y la ley ómnibus.

Hoy, en defensa de la Patria, la Constitución, la democracia, los derechos ciudadanos y humanos, debemos ganar esta gran batalla. Y no será fácil.

La justicia hace rato que responde a los intereses de los poderosos y en el Congreso la mayor parte de los representantes de los «partidos populares» se mueven más por ambiciones personales, que por principios doctrinarios y respeto al mandato recibido por el voto popular. Una vez más el futuro dependerá del pueblo.

Solo la unión, la organización y la lucha popular salvará al pueblo. Desunidos seremos vencidos. Ni la Corte Suprema de Justicia, ni el Congreso o los poderosos medios de «difusión» se atreven a desafiar la ira popular. Solo Milei, Bulrich y sus gurkas resistirán, pero no podrán pasar.

Surgen claramente dos cosas a tener en cuenta:

1) Es la gran oportunidad para construir y fortalecer organizaciones libres del pueblo, empezando por la debilitada y dividida columna vertebral de los trabajadores, que deberán pasar por arriba de sus diferencias, expulsar a los infiltrados y converger con los trabajadores autogestionados e informales que son mayoría y lo serán más en el futuro; también es ultra necesaria la unidad de la producción, que desde hace mucho tiempo fue sacada del escenario político, económico y social (aporte mediante hecho por su propia dirigencia acomodaticia, servil, personalista y pobre intelectualmente); en este espacio hay que amalgamar a la burguesía nacional (pymes) con las cooperativas genuinas (no todo el cooperativismo está imbuido de sus principios fundantes) y las unidades informales que deben converger para romper con la atomización y la carencia de conciencia per se que las lleva a confusiones ideológicas al punto de votar una y otra vez en contra de sus intereses; y que cobren fuerza los clubes de barrio, los centros de jubilados, los luchadores por los derechos humanos y de la mujer y la defensa ambiental… y encaminarnos todos hacia la construcción de la Comunidad Organizada, legado esencial de la doctrina justicialista, base fundante de una tercera posición que media entre el dominio absoluto del mercado y el poder autoritario del estado y que será la única garantía de la anhelada democracia social (democria + justicia social). Ello implica un cambio cultural de la dirigencia que deberá superar sus ansias de poder, vedetismo y otras veleidades; y avanzar hacia un trasvasamiento generacional que retenga la memoria histórica popular y el objetivo de la Patria grande.

2) Es posible parar a Milei, pero no podemos confundir con que estaremos derrotando al poder real. El imperio, los sectores financieros dominantes y los grupos económicos concentrados y oligopólicos encontraron un atajo al gobierno por medio de un desequilibrado mediático que subió aprovechando el encono contra tantos desaciertos cometidos por gobiernos «populares» con la frutilla del postre de la temerosa tibieza servil del gobierno de Alberto Fernández. Y cuando caiga Milei seguirán ellos omnipresentes, (supuestamente) no comprometidos, con sus avances, intentos y fracasos, como sucedió desde la caída de Perón en el ’55 donde solo pudimos gozar de algunas cortas primaveras, como fueron el gobierno de Illia (en un marco de democracia sesgada), el corto retorno del líder (la CGE y Gerbald), la etapa Grinspun en el gobierno de Alfonsín y el tiempo luminoso de Néstor que se proyectó al primer gobierno de Cristina. Contra ellos es la cosa, contra: un mafioso de origen calabrés y tozudo, el imperio, los traficantes de granos, Elon Musk, los fondos buitres… los Rocca, Pagani, Bulgheroni, Galperín, Elsztain, Manzano, Magneto, Pérez Companc…

Necesitamos un peronismo fuerte, con una dirigencia genuina y consustanciada con el bienestar general, que salga de su torre de cristal, que convoque al pueblo, lo escuche y lo ayude a crecer, a tomar confianza en su poder, a formarse políticamente, que convoque y, por sobre todas las cosas, fortalezca a las organizaciones libres del pueblo para conformar una COMUNIDAD ORGANIZADA donde resida el nuevo poder real y dé mandato a sus representantes.

Carlos Cleri, Mesas de Asociativismo y Economía Social (MAYES) – Movimiento Productivo 25 de Mayo (MP25M).

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