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En medio de la crisis económica que afecta al país, los cabañeros de La Costa enfrentan un desafío en esta temporada baja, fuera del auge turístico del verano, para atraer visitantes y levantar el nivel de reservas. Ante este panorama, han decidido implementar diversas promociones y estrategias para captar la atención de los turistas y ofrecerles una experiencia atractiva.
La mayoría de los complejos de cabañas ubicados en lugares como Santa Rosa de Calchines, Helvecia, Cayastá, Coronda, Desvío Arijón y Sauce Viejo, han optado por mantener los precios del hospedaje a los valores del verano pasado, mientras que otros han lanzado promociones como «tres noches al precio de dos».
Guillermo Kees Scotta, secretario de la Cámara de Cabañeros y Prestadores de Servicios Turísticos de la Provincia de Santa Fe (Cabasetur), comentó que aunque algunos complejos tienen cierto movimiento, otros están recibiendo muy pocas reservas, lo cual es una tendencia común durante los meses de invierno. La crisis económica ha llevado a que las personas prioricen el ahorro en dólares, lo que ha impactado en el sector turístico, especialmente en la clase media, que es el público al que suelen dirigirse.
A pesar de las dificultades, Kees Scotta destacó el esfuerzo de los cabañeros, quienes son familias trabajadoras y emprendedoras, que mantienen sus instalaciones en buenas condiciones y ofrecen diversas actividades a los visitantes, como navegación en el río y recorridos por los pueblos de La Costa.
Respecto al nivel de reservas, el secretario de Cabasetur señaló que las mismas han sido escasas para los últimos fines de semana de julio. Para contrarrestar la situación, los cabañeros han mantenido las tarifas de enero y febrero e implementado promociones, como la de regalar una noche de alojamiento. No obstante, la realidad económica ha llevado a que muchas personas no dispongan de los recursos para vacacionar.
En cuanto a los precios promedio de una noche en una cabaña para cuatro personas, oscilan alrededor de los $16.000, y algunos ofrecen tarifas aún más bajas. La cantidad de días que suelen reservar los turistas ronda entre 2 y 3, y la mayoría de los visitantes provienen de zonas cercanas.
Para revitalizar la demanda en la temporada invernal, Kees Scotta considera que contar con un parque termal sería un atractivo clave. Aunque se realizó una perforación para buscar agua termal en Santa Rosa de Calchines, el proyecto completo quedó en pausa debido a los altos costos de tratamiento y reinserción del agua, lo que impidió que se concrete esta alternativa.
A pesar de la falta de un complejo termal en la región, los cabañeros de La Costa se mantienen comprometidos en ofrecer opciones atractivas para los turistas que deseen disfrutar del invierno en estos hermosos destinos turísticos.
