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La aparición de esta pared de vegetación es un fenómeno que no se había visto en la Laguna Setúbal en casi 100 años. En 1926, durante una creciente, un puente que atravesaba la laguna, en la línea de Santa Fe al puerto de Colastiné y San José del Rincón, fue destruido por una masa de camalotes, una planta acuática similar a los canutillos que forman la pared actual. Ese puente fue eliminado por uno de hierro que posteriormente también fue desmontado.
Desde hace varias semanas, la Laguna Setúbal ha cambiado su apariencia debido a la aparición de una pared de vegetación que la cruza de lado a lado, a la altura de El Faro. Según estimaciones, esta pared tiene una longitud de 500 metros y está compuesta principalmente por canutillos, una especie de gramínea que crece varios centímetros al día y forma una densa «alfombra» verde que se puede ver a la distancia.
Los socios de clubes náuticos, pescadores deportivos, navegantes y guardavidas se unieron para intentar remover esta pared de vegetación durante el fin de semana pasado. A bordo de varias lanchas, intentaron durante varias horas cortar la vegetación acuática con machetes y grampines, pero la tarea resultó difícil debido a la densidad de la vegetación.
A pesar de la dificultad de remover la pared de vegetación, los expertos creen que es importante hacerlo debido a los riesgos que pueden causar para la navegación y el ecosistema de la laguna. Además, la aparición de esta pared de vegetación puede ser una señal de problemas ambientales más profundos en la laguna, por lo que se están realizando estudios para determinar su origen y posibles soluciones a largo plazo.