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El ministro de Economía afianza su objetivo de ordenar las cuentas del Estado y el mercado responde positivamente a las definiciones de acortar los gastos.
Economía avanza a paso firme en el objetivo uno de la agenda que dispuso el ministro Sergio Massa, que es alcanzar el orden fiscal y llegar a la meta pactada con el FMI para el 2022 de 2,5% de déficit.
Un par de horas después de asumir el miércoles 3 de agosto, Massa trazó una hoja de ruta para lograr esa meta. A tres semanas de asumir, algunos de los ejes que delimitan el gasto del Estado y que fueron esbozados a grandes rasgos el día de su asunción, se convirtieron en realidad.
El ordenamiento fiscal está fundado en 4 ejes: el congelamiento de las contrataciones de personal en el sector público; el establecimiento del Presupuesto 2022 como techo del gasto; el fin de los adelantos transitorios como forma de financiamiento y la decisión de reasignar partidas presupuestarias no ejecutadas a la fecha.
La directriz fue bien recibida por el mercado y el inicio de la puesta en marcha repercutió en sus principales variables: los bonos en dólares tuvieron en la semana un saldo positivo del 5% promedio, con excepción del tramo 2038-2041 que quedó prácticamente sin cambios. La deuda en dólar linked fue la preferida por los inversores en las últimas ruedas y en la semana trepó 4,5%. Los bonos CER y los duales también mostraron avances, éstos últimos con mejoras del 2,2% semanal. El riesgo país tuvo una recuperación marginal y finalizó la semana en 2.400 puntos, aunque a mitad de semana había estado cerca de los 2.300 puntos básicos.
En tanto que el mercado de acciones que estaban en niveles de remate por los temblores de la era Martín Guzmán, mantuvo la mejora iniciada con la llegada de Massa a Economía. El S&P Merval ganó casi 8% en la semana y trepó más de 10% en dólares al tipo de cambio implícito.
El mercado sigue de cerca las decisiones del nuevo equipo económico y en ese sentido la confirmación de Gabriel Rubinstein como secretario de Programación Económica, dio un impulso más a la venia que el establishment hizo al lineamiento que planteó a su arribo el ministro Sergio Massa.
En la semana se confirmó vía Boletín Oficial el congelamiento de las contrataciones de personal en el sector público. La medida se extendió a empresas y sociedades del Estado, así como privadas prestadoras de servicio. El control de esta medida será monitoreado con informes mensuales que deberán enviar al Indec. Con esta decisión, Massa puso sobre papel la idea que había planteado su predecesora Silvina Batakis y que tiene por objeto colaborar con el ordenamiento fiscal.
Otra de las acciones que se plantearon en estas tres semanas y que fueron conversadas con cada área administrativa de Gobierno tiene que ver con la determinación de fijar el Presupuesto 2022 como techo de gasto. «No se podrá ejecutar ningún gasto por fuera de ese marco», señalan desde el corazón del equipo económico. La decisión fue informada por el propio Massa a cada uno de los ministros y organismos con lo que se reunió. De hecho ya se hicieron encabezados por el secretario de Hacienda Raúl Rigo con cada DGA para informarlos de la decisión tomada.
Otro anuncio hecho realidad que fue reconocido por el mundo económico privado es la decisión de no utilizar el saldo de adelantos del Tesoro para lo que resta del año. Es más, hasta reintegró $10.000 millones como una forma de ir reduciendo la deuda que mantiene el Tesoro con la máxima autoridad monetaria. La necesidad de fortalecer las reservas del Banco Central se enlazan con la decisión de ordenar las cuentas del Estado.
Finalmente a mitad de semana se publicó la Decisión Administrativa 826/2022 por la cual dispuso reducir las partidas de gastos hasta fin del presente año en diferentes ministerios por un total de $210.000 millones y ampliar la asistencia a la Tesorería en $82.000 millones. Esta operación implica un ahorro equivalente al 3,1% del déficit fiscal total de 2022, proyectado ahora en $3,95 billones.
Los recortes alcanzan a los ministerios de Desarrollo Productivo (partidas para Financiamiento, -$70.000 millones); Desarrollo Territorial y Hábitat (Planificación, -$50.000 millones); Educación (Conectar Igualdad, -$50.000 millones); Obras Públicas (Recursos Hídricos, -$20.000 millones), Transporte (Coordinación de Políticas de Transporte Fluvial y Marítimo -$10.000 millones) y Salud (Prevención y Control de Enfermedades Transmisibles e Inmunoprevenibles, -$10.000 millones).
A su vez se estableció un aumento del crédito presupuestario de la Tesorería General de la Nación en $82.000 millones, para Asistencia en Servicios Económicos.
Los lineamientos están en línea con las metas pautadas con el FMI y que se reafirmarán en el encuentro que el equipo económico tendrá con Kristalina Gerogieva el 12 de septiembre como corolario de una gira que Massa realizará por los Estados Unidos y que comenzará el día 6.
La intensa agenda de trabajo, que coordina su asesor internacional, el diplomático Gustavo Martínez Pandiani junto al embajador Jorge Argüello, servirá para que Massa se presente en la capital de EEUU como flamante ministro de Economía y negociador principal de la Argentina.
Massa iniciará su recorrida en Washington donde tendrá una amplia actividad, hará un breve paso por Houston y regresará a Washington para cerrar con el FMI.
El eje central del viaje será la atracción de inversiones en sectores de la economía real, con el propósito de generar puestos de trabajo e ingresos fiscales. Entre las empresas inversoras con las que mantendrá reuniones de trabajo se destacan las petroleras Chevron, Exxon, Shell y Total, la automotriz Volkswagen, las mineras Rio Tinto y Livent (Litio) y el grupo Amazon, entre otras.
Fuente: NA