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La víctima, de 35 años, fue hospitalizada tras sufrir múltiples golpes con una manopla de hierro en el rostro y la cabeza. Su expareja, que ya tenía antecedentes y medidas de restricción, se autolesionó al huir del lugar y permanece en terapia intensiva.
La mujer que fue brutalmente atacada por su expareja durante la mañana de este lunes en Santa Fe recibió el alta médica alrededor de las 17 horas, según confirmó el director del Hospital José María Cullen, Bruno Moroni.
La víctima fue asistida por lesiones cortantes y traumatismos provocados por una manopla de hierro, mientras que el agresor, identificado como M.A.S., continúa internado en la Unidad de Terapia Intensiva tras haber intentado quitarse la vida. El hombre sufrió un corte profundo en el cuello, a la altura de la carótida, y fue sometido a una cirugía de urgencia.
Cómo fue el ataque
El violento episodio ocurrió pasadas las 6 de la mañana en un edificio del macrocentro santafesino, donde la mujer vive junto a los dos hijos que tiene en común con el agresor. Según fuentes policiales, el hombre ingresó al edificio y la atacó primero en el hall, luego en el ascensor y dentro del departamento, propinándole golpes en la cabeza, rostro y brazo.
Los gritos alertaron a los vecinos, que dieron aviso inmediato al 911. Al advertir la llegada de la policía, el atacante huyó hacia una obra en construcción lindante al edificio, donde intentó suicidarse cortándose el cuello con un arma blanca. Fue reducido por los efectivos y trasladado al hospital Cullen en estado crítico.
Antecedentes de violencia
La madre de la víctima habló con los medios y reveló que el agresor ya había estado preso por violencia de género contra su hija. “Estuvo ocho meses en la cárcel de Las Flores y salió por buena conducta. Desde entonces nunca dejó de hostigarla. Tiene dos medidas de restricción y mi hija botón antipánico, pero la Justicia no actúa”, denunció.
Además, contó que el hombre acosaba a la familia de manera constante, incluso con llamadas insistentes a los hijos de la pareja: “La atormenta desde hace años. Mi hija trabaja, estudia abogacía y trata de salir adelante, pero vive con miedo. Quiero que lo pongan preso. ¿Qué esperan? ¿Que mi hija sea una más, que salga en una bolsa de consorcio?”, expresó entre lágrimas.
El nuevo intento de femicidio vuelve a poner en evidencia las fallas del sistema judicial y de protección a las víctimas de violencia de género, pese a las denuncias previas y las medidas vigentes.







