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Las intensas lluvias que azotan desde la madrugada del jueves al estado de Santa Catarina, al sur de Brasil, han provocado inundaciones, deslizamientos de tierra y el corte de importantes rutas. En algunos sectores, las precipitaciones acumuladas alcanzaron los 300 milímetros, causando una sensación de alarma en Florianópolis, Camboriú y otras localidades. Las autoridades locales pidieron a los residentes no salir de sus viviendas para resguardarse ante el fenómeno climático extremo.
Las consecuencias del temporal se sienten tanto en los residentes como en los miles de turistas que visitan la región durante la temporada alta. Destinos populares como Florianópolis y Camboriú, muy frecuentados por argentinos, están entre las áreas más afectadas. Rutas claves como la SC-401, que conecta el centro con el norte de la isla de Florianópolis, y la BR-101, que da acceso a Camboriú, se encuentran cerradas o con circulación restringida debido a deslizamientos y accidentes.
El gobierno de Santa Catarina informó que equipos de rescate y emergencias trabajan intensamente para asistir a los afectados y restaurar las vías de comunicación. Sin embargo, las condiciones meteorológicas adversas dificultan las tareas. Además, las lluvias han anegado barrios enteros, causando daños materiales significativos y complicando aún más la movilidad en las ciudades.
Este fenómeno climático no solo impacta en la vida diaria de los locales, sino que también interrumpe el turismo, una de las principales actividades económicas de la región. Las imágenes del desastre, con calles inundadas, vehículos sumergidos y casas afectadas, han generado preocupación y atención en todo el país.
Las autoridades continúan monitoreando la situación e instan a la población a mantenerse informada a través de los canales oficiales. Se espera que las lluvias persistan al menos 48 horas más, lo que podría agravar los daños en la región. Mientras tanto, la prioridad sigue siendo garantizar la seguridad de los residentes y turistas.
