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El limón aumentó drásticamente su precio en la ciudad de Santa Fe y en algunos barrios ya se vende a $8.000 el kilo, por lo que los santafesinos se mantienen en vilo. Entre las razones del aumento de su valor aparece la escasez, por lo que a nivel nacional avanza la importación de la fruta desde diferentes partes del mundo.
Cabe destacar que el ciclo productivo de este cítrico en el país comprende entre abril y septiembre. De allí sale una proporción destinada al abastecimiento del mercado interno durante los meses que van de noviembre a marzo.
Además, las heladas durante el pasado invierno provocaron que la producción de limones caiga considerablemente en comparación a otros años y quedó una reserva más pequeña para los meses de verano.
Por otro lado, otro factor que explica su faltante y consiguiente aumento del precio, es la caída sostenida de los precios internacionales para sus derivados. En este sentido, el aceite cayó a menos de la mitad de su valor spot, así como el jugo, que pasó de 2.760 dólares la tonelada a menos de 800.
Frente a esta situación, muchos productores decidieron emigrar hacia la cosecha de otras materias primas. Muchos decidieron reemplazar la producción de limones por la caña de azúcar, nueces, paltas o naranjas.
Así, la baja en la producción significó una caída en la oferta que se tradujo, finalmente, en un aumento en los precios. Todo esto, teniendo en cuenta que durante el verano la demanda crece muchísimo.
Importaciones para hacer frente a las faltantes
En este contexto, en Argentina aumentaron las importaciones de limón libres de restricciones, que llegan de Chile, Egipto y México.
En detalle, el limón egipcio genera incertidumbre en relación a las normas de salubridad. Desde la Federación Argentina del Citrus, alertaron que el país africano no posee fábricas destinadas a este cítrico por lo que le agregan químicos para mejorar cómo se ve el producto final. En este sentido, exigieron al Senasa que analice si cumple con las normas de seguridad químicas del país.
La fuerte suba del limón, una excepción a la regla
Los verduleros afirman que los consumidores siguen comprando limones a pesar del gran aumento de precio, aunque moderando las cantidades.
En este sentido, los comerciantes mantienen las esperanzas de que en el mes de marzo la situación se estabilice y los precios vuelvan a bajar. En términos generales, el limón tiende a ser barato y tiene un leve aumento en su valor durante el verano, por lo que la situación actual se presenta más como una excepción que como una regla.