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Dos efectivos del Comando Radioeléctrico de Santa Fe rescataron a un niño de dos años que enfrentaba graves problemas respiratorios en barrio Cabal. El suboficial Amadio y el suboficial Espinosa relataron sobre la rápida intervención para salvarlo.
En la esquina de Hernandarias y Castañaduy, en barrio Cabal, dos efectivos del Comando Radioeléctrico de Santa Fe, el suboficial Amadio y el suboficial Espinosa, fueron interceptados por una madre desesperada con su hijo de dos años en brazos. El niño estaba inconsciente y no podía respirar.
Los policías actuaron con rapidez y subieron a la mujer y a sus hijos al móvil. “El niño estaba desvanecido, así que encendimos las sirenas y pedimos colaboración para realizar cortes de tránsito mientras nos dirigíamos al hospital Iturraspe”, explicó el suboficial Amadio.
UN DESENLACE ESPERANZADOR
Durante el trayecto, y al llegar a la calle Azcuénaga, el niño recuperó la conciencia. “Expulsó flemas y comenzó a respirar, largando un leve llanto”, agregó Espinosa. En cuestión de cinco minutos, lograron llegar al hospital, donde el equipo médico de pediatría se hizo cargo de la situación y estabilizó al menor.
UN EJEMPLO DE COMPROMISO Y VOCACIÓN
El suboficial Amadio compartió su experiencia en una conferencia de prensa: “Fue un momento de mucha tensión, pero gracias a la coordinación y rapidez pudimos salvarlo. Es gratificante saber que nuestras acciones pueden marcar la diferencia”.
EL VALOR DE LA RÁPIDA INTERVENCIÓN
La actuación de estos policías destaca la importancia de la rapidez en emergencias médicas. La colaboración de los demás móviles para facilitar el tránsito fue esencial para que la familia llegara al hospital a tiempo.
UN AGRADECIMIENTO QUE CONMUEVE
La madre del menor expresó su profundo agradecimiento a los oficiales y al personal del hospital Iturraspe por su profesionalismo y dedicación. Este caso resalta el compromiso de las fuerzas de seguridad con su comunidad, más allá de sus funciones habituales.