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El Gobierno de Javier Milei habilitó la exportación de desechos metales y no ferrosos, algo que estaba prohibido desde 2009. Para ello, decidió no renovar los decretos 1040/20 y 70/23, que prohibían dicha comercialización.
La decisión fue anunciada por el ministro de Desregulación y Transformación del Estado, Federico Sturzenegger, quien destacó la importancia de volver a vender chatarra al exterior para reactivar el mercado de reciclaje y de esta forma beneficiar a empresas del sector.
A través de su cuenta de X, el ministro destacó: “El presidente Javier Milei ha dicho en reiteradas oportunidades que el poder del Estado no se debe usar para redistribuir arbitrariamente ingresos entre los actores de un mercado“.
Sturzenegger indicó que la prohibición era perjudicial por varios motivos. En primer lugar, porque “al deprimir el precio local de los desechos desincentivaba el reciclado” y señaló que “prohibía un sinfín de negocios de reciclado para amplísimos sectores de la economía“.