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Los objetivos de los distintos rankings se pueden resumir en la comparación del desempeño de las universidades mediante indicadores estandarizados en ciertas dimensiones, que son ponderados para crear un índice que permite ordenar en un listado a las universidades participantes. En ciertos casos, los rankings analizan el desempeño de las universidades en temáticas específicas, como reputación, investigación, sostenibilidad, transparencia e innovación.
En cuanto a la metodología, algunos rankings realizan encuestas a referentes académicos y empleadores del mundo para obtener indicadores de reputación, a los que se le da mayor consideración con relación a otros indicadores. En su mayoría, utilizan fuentes bibliométricas, como Scopus o Google Scholar, que permiten cuantificar la producción científica de los docentes e investigadores. Además, solicitan información objetiva de la institución, como cantidad de profesores, estudiantes, graduados y personal, docentes con título de doctor e ingresos económicos. En algunos rankings también existen determinados criterios de elegibilidad que debe cumplir cada universidad para ser calificada.
La Universidad Nacional del Litoral (UNL) participa de manera directa, a través del envío de datos, en los rankings Times Higher Education World University (THE) desde 2019 y a partir del 2016 en el QS World University Rankings, que utilizan el método reputacional. En 2020 la UNL comenzó a participar del Ranking UI GreenMetric, que califica a las universidades en función de su compromiso y acciones hacia la sostenibilidad. Desde el 2022 también se brinda información para el Round University Rankings (RUR), que evalúa a las universidades por medio de 20 indicadores distribuidos en cuatro áreas: docencia, investigación, diversidad internacional y sostenibilidad financiera.
Resultados: Times Higher Education (THE)
El Ranking THE incluye a las universidades que clasifica como intensivas en investigación. Evalúa sus dimensiones principales: enseñanza; investigación; citas; ingresos de la industria y perspectivas internacionales. Desde la edición de 2025, los 18 indicadores de desempeño se agrupan en cinco áreas: Enseñanza (el entorno de aprendizaje); Entorno de investigación (volumen, ingresos y reputación); Calidad de la investigación (impacto de las citas, solidez de la investigación, excelencia de la investigación e influencia de la investigación); y Perspectiva internacional (personal, estudiantes e investigación); e Industria (ingresos y patentes).
Ocho universidades argentinas figuran entre las 100 mejores en el Latin America University Rankings 2024 publicado esta semana. La UNL subió 27 puestos en relación a la edición del 2023, quedando posicionada en el número 70.
Al respecto, la vicerrectora y secretaria de Planeamiento Institucional e Internacionalización, Larisa Carrera, subrayó que este ranking en particular evalúa parámetros y categorías que son importantes, ya que no se centra solo en la investigación. “Este año, el ranking hizo algunas modificaciones sobre cómo venía trabajando y que tienen que ver sobre todo con parámetros de calidad de la investigación, de la transferencia. Por ejemplo, definen como un parámetro de calidad al número de citas internacionales que tienen las investigaciones de la UNL en investigaciones y publicaciones y revistas de gran impacto a nivel mundial. En este caso, la Universidad ha logrado tener una posición mejor en el ranking probablemente por estos cambios”, señaló.
Acerca del contexto presupuestario de las universidades públicas, expresó: “Hoy por hoy, todo lo referido a inversión en ciencia y a la investigación está atravesando un momento muy difícil, no solamente tiene que ver con lo que se invierte en los proyectos y en la generación de nuevos conocimientos sino también en el sostenimiento de los grupos de investigación; el lograr que estos grupos, que ha llevado años construir, se consoliden y no se vayan desarmando porque los profesionales encuentran mejores posibilidades económicas en el sector privado o fuera del país, lo que es más preocupante”.
Para Carrera, la difusión de los resultados de los rankings permite mostrar todo lo que se hace en la Universidad, que no solo es formar nuevos profesionales, sino que además es generar una investigación de calidad cuyos resultados luego se puedan aplicar, de forma simplificada, a mejorar la vida de las personas. Es decir, que el resultado se pueda transferir a la industria o al ámbito agropecuario, para mejorar los procesos de producción o en la salud o a nivel cultural, entre otras áreas. Afirmó que algunos de esos resultados se pueden transformar incluso en políticas públicas que estén orientadas a esos fines, para mejorar el mundo en el que vivimos, incluso a nivel de sostenibilidad ambiental.
La vicerrectora manifestó que se trata de “una buena noticia para la Universidad, pero también para la región, porque somos una institución que tiene mucha proyección territorial y trabajo con la comunidad y con el medio socio-productivo. En cierta forma, es mostrarle a la sociedad que seguimos trabajando para mejorar todos los días y que el dinero que la sociedad invierte en la Universidad, con sus impuestos, sirve y se usa en este sentido”.
Impacto institucional
La participación en rankings internacionales implica el relevamiento de la información disponible en distintas áreas y dependencias de la Universidad y su sistematización. Es beneficioso para la institución al mejorar la disposición y calidad de los datos que se solicitan habitualmente, potenciar la visibilidad del sitio web y relevar indicadores para la gestión del planeamiento. Al mismo tiempo, se pueden conocer los temas que resultan de importancia a nivel internacional como la mirada de género, primera generación de estudiantes, movilidad, transparencia, sustentabilidad, grado o nivel de internacionalización e impacto de la investigación y la transferencia de tecnología.
Por otro lado, las empresas vinculadas a los rankings realizan capacitaciones, proponen trabajos colaborativos y en red con relación a temas que son tendencia: internacionalización, virtualización, sustentabilidad, ferias, congresos.
Según Carrera, “estar en un ranking le proporciona a la Universidad una medición para ir mirándose en lo que hizo pero también proyectándose hacia adelante y, en la medida en que tengamos posibilidades presupuestarias, seguir invirtiendo en determinadas líneas de desarrollo, de crecimiento, de la calidad. Es tener una mirada desde afuera y mirar hacia adentro nuestro trabajo, en relación con las funciones sustantivas de una universidad”.
En sintonía, el responsable de la Secretaría Académica y de Innovación Educativa de la UNL, Daniel Comba, remarcó que “al igual que otras instancias u organismos que realizan seguimientos externos de nuestra institución, como por ejemplo la Comisión Nacional de Evaluación y Acreditación Universitaria (CONEAU), los rankings suministran información útil para revisar nuestros procesos internos, toda vez que nos permiten realizar comparaciones con instituciones similares y ver qué cambios podemos realizar para mejorar en las mediciones de los años siguientes”.