El encuentro tuvo lugar en la sede de Vialidad Nacional a las 12:30 y se centró en asegurar que, tras los arreglos, el puente mantenga su integridad, especialmente en relación con el tránsito pesado.
Vialidad Nacional confirmó que las obras estarán concluidas hacia finales de noviembre, lo que llevó a los vecinos a insistir en la importancia de implementar un control riguroso para evitar futuros daños. Se realizarán estudios técnicos para establecer el peso máximo permitido para circular, y estos límites se señalarán claramente en ambas cabeceras del puente.
«Vialidad Nacional brindó una actualización sobre los avances, con conceptos técnicos y la confirmación de que los trabajos siguen el cronograma. Hablamos de temas clave, como la seguridad posterior a la reapertura y el rol fundamental de los municipios», declaró Mauro Bertorino, director de Coordinación Interjurisdiccional de la APSV, quien asistió al encuentro.
El encuentro, en el que participaron autoridades de ambos municipios, la Defensoría del Pueblo, la senaduría departamental y representantes de la comunidad, fue calificado como «ameno y positivo» por Bertorino. «El compromiso con el cuidado del puente está desde el inicio, y los vecinos exigieron una vigilancia constante y exhaustiva, a lo cual todos los actores involucrados accedimos», explicó.
Sobre los responsables de los controles en las cabeceras, Bertorino mencionó que «la provincia está dispuesta, como en todas las rutas, a colaborar en el monitoreo de camiones y vehículos. Es probable que se sumen los municipios». Además, señaló que la participación de fuerzas nacionales como Gendarmería o la Policía Federal sería fundamental para proteger la estructura del puente en el largo plazo.