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Un grupo de más de 30 personas irrumpió violentamente en el centro de salud, causando destrozos y agrediendo al personal. Los servicios médicos se encuentran suspendidos.
El anochecer del domingo se vio interrumpido por un violento episodio en el SAMCo de San José del Rincón, cuando un grupo de más de 30 personas ingresó a la fuerza al centro de salud, exigiendo atención para una joven con heridas leves. Durante la agresión, tres policías y una enfermera resultaron heridos, y las instalaciones sufrieron graves daños. Ante la situación, el servicio de salud se encuentra suspendido.
La situación se desencadenó cuando la joven, con un corte superficial producto de un intento de suicidio, fue llevada al SAMCo por sus familiares. Según la doctora Teresa Sánchez, quien estaba presente en el lugar, la joven fue atendida de inmediato, pero sus allegados, en estado de desesperación, comenzaron a golpear las puertas y a exigir violentamente la atención. “Ya la estábamos atendiendo cuando empezaron a patear la puerta y a los gritos, enojados, insistían en que la atendiéramos”, relató Sánchez.
Mientras el personal intentaba estabilizar a la paciente, esta se alteró al escuchar que se había solicitado la intervención policial, arrancándose la vía y agrediendo a la enfermera Verónica Páez, quien cayó al suelo recibiendo golpes de puño. En ese momento, el grupo de personas que acompañaba a la joven comenzó a arremeter contra las puertas y las instalaciones. “Nos parapetamos en la cocina y luego en la sala de vacunación, trabando las puertas con camillas y armarios porque temíamos por nuestra vida”, contó la doctora.
El personal de salud estuvo atrincherado durante aproximadamente 20 minutos, sin recibir respuesta inmediata del Comando Radioeléctrico ni del servicio de emergencias 107. “Llamábamos a todos lados y no recibíamos respuesta. Fue un momento de mucho miedo e incertidumbre. No sabíamos si saldríamos de allí ilesos”, comentó Sánchez.
Finalmente, un móvil policial llegó al lugar con dos efectivos, quienes, a pesar de sus esfuerzos, no lograron controlar la situación de inmediato. Con el arribo de más refuerzos, se logró disuadir al grupo violento, pero el saldo fue desolador: tres policías heridos, una enfermera con lesiones y el SAMCo con serios destrozos materiales.
Esta no es la primera vez que se registran hechos de violencia en el SAMCo. Desde el personal médico, se ha solicitado en repetidas ocasiones mayor seguridad y la presencia constante de una guardia policial para evitar situaciones similares. “Ya hemos presentado pedidos formales, pero no hemos recibido respuesta. Necesitamos más seguridad física, más personal policial. Las puertas están rotas y no tenemos salidas de emergencia adecuadas”, expresó la doctora Sánchez con preocupación.
Actualmente, el centro de salud ha suspendido sus servicios y se encuentra en estado de emergencia. “No podemos continuar trabajando en estas condiciones. Tememos por nuestra seguridad y la del personal. La situación es insostenible”, afirmó la doctora, haciendo un llamado a las autoridades para que tomen medidas urgentes.
El futuro del SAMCo es incierto. La comunidad sanitaria se encuentra conmocionada y las consecuencias de este episodio podrían prolongarse. Mientras tanto, se espera una respuesta contundente de las autoridades para garantizar la seguridad y el bienestar del personal y de los pacientes.
El SAMCo, un pilar fundamental para la atención de la comunidad, enfrenta su mayor crisis. El llamado de los trabajadores es claro: se necesita una solución inmediata para evitar que hechos como este se repitan.