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En un desgarrador relato, dos hermanas, Sheila y Mirna, presenciaron impotentes la muerte de su padre Juan Quintana, en el Samco de San José del Rincón, y consideraron que hubo falta de atención oportuna por parte del personal y demoras en el servicio de emergencia del 107.
Sheila y Mirna narran con angustia cómo su padre, un hombre de 54 años, panadero de la zona, falleció en el Samco de San José del Rincón ante la ineficacia del sistema de atención médica de emergencia.
Ante la inacción y la desesperación, una de las hijas, quien es enfermera, intentó, con ayuda del personal del SAMCO, brindar primeros auxilios a su padre mientras esperaban la llegada de la ambulancia. Sin embargo, la demora en la respuesta y la falta de capacitación del personal de salud presente en el lugar, según el criterio de las hijas del fallecido, contribuyeron a la trágica pérdida.
El fatídico día miércoles, la familia se dirigió al SAMCO de Rincón al notar que el padre presentaba síntomas preocupantes, como dolor en el pecho y dificultad para respirar. A pesar de las señales de alerta, se encontraron con la falta de un médico de guardia y la sugerencia del personal de efector de salud, de dirigirse a Santa Fe en busca de atención.
La presión arterial de Juan era elevada de 150 sobre 140, generó preocupación en las hermanas, quienes sabían, porque en la familia hay varios enfermeros, que podía tratarse de un indicio de un posible infarto. A pesar de la solicitud de ayuda, la ambulancia tardó en llegar, y el padre de Sheila y Mirna empeoró rápidamente hasta desmayarse.
La desesperación y la impotencia se apoderaron de la situación cuando la ambulancia finalmente llegó, pero ya era demasiado tarde. La falta de acción inmediata y la confusión en torno a los procedimientos médicos necesarios evidenciaron una triste realidad: la ineficacia, según las hermanas, en la atención de emergencias en el SAMCO de San José del Rincón.
LA LLAMADA AL INTENDENTE
Una de las hijas del fallecido relató a El Despertador Web, “yo salgo corriendo afuera, agarró el teléfono y en mi dispersión lo llamó al intendente de Rincón, que yo tenía su número, no sé por qué me había quedado escondido su número. Lo empiezo a llamar y dije, capaz tiene algún contacto o tiene un poquito más de lucidez, porque yo vi que la enfermera estaba totalmente bloqueada y yo sabía que él era enfermero. Entonces dije bueno, capaz puede darme una mano, tendrá algún contacto para mandar una ambulancia rápido. En eso llega mi hermana, y yo le digo que corra, que entre y que ayude.
PEDIDO DE JUSTICIA Y EVITAR QUE SE REPITA ESTA SITUACIÓN
El dolor y la indignación de Sheila y Mirna resuenan en su reclamo por justicia y responsabilidad en la muerte de su padre. Exigen que se investigue a fondo lo sucedido y se tomen medidas para evitar que situaciones como esta se repitan en el futuro. La tragedia que vivieron no debe quedar en vano, y su testimonio sirve como un llamado urgente a la mejora de los servicios de salud en la ciudad.
Este desgarrador relato pone de manifiesto la importancia de una respuesta rápida y efectiva en situaciones de emergencia, así como la necesidad de garantizar que todos los ciudadanos reciban la atención médica adecuada en momentos críticos.
La muerte de su padre ha dejado una profunda huella en la familia, que busca respuestas