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San José del Rincón, una ciudad costera con aspiraciones de ser reconocida como una de las más hermosas del mundo por la ONU, enfrenta desafíos en cuanto al mantenimiento de sus espacios públicos, cruciales para el disfrute de residentes y visitantes.
A pesar de su rica historia, que incluye ser la sede de la primera escuela de artes y oficios y el escenario del primer combate patriótico, los espacios públicos muestran signos evidentes de falta de mantenimiento e inversión.
En lugares emblemáticos como el camping municipal Julio Migno, los asadores presentan un importante deterioro, dificultando su uso. Lo mismo ocurre en las plazas, donde los vecinos deben organizarse para realizar tareas de mantenimiento, como iluminación, pintura y reparación de mobiliario urbano.
La falta de señalización adecuada en las calles también es una preocupación en el norte de la ciudad costera. Vecinos del norte de la ciudad se han visto obligados a financiar la elaboración de señales, y colocarlas por ellos mismos a pesar de que esta responsabilidad recae en la municipalidad.
En la pintoresca costanera, con vistas al Arroyo Ubajay, las pérgolas y bancos están abandonados y rotos, lo que afecta la experiencia de quienes la visitan.
La falta de recolección de ramas y productos de la poda contaminan el paisaje de muchas calles en San José del Rincón, algunos esperando por mucho tiempo, para que la municipalidad los recoja ya que presentan un color marrón que evidencia el paso del tiempo y en algunos lugares se mezcla con basura promoviendo micro basurales.
Los vecinos que no se rinden
A pesar de estos desafíos, los residentes no se rinden. Vecinos de barrios como Acería se han unido para mejorar las condiciones de sus plazas, demostrando un espíritu de comunidad y compromiso con el embellecimiento de la ciudad. Poniendo luminaria y desmalezando la plaza con máquinas particulares.
Algo parecido ocurrió con los vecinos del Norte que en un esfuerzo organizativo los unió para comprar con recursos propios los materiales con los que confeccionaron la señalética que ellos mismos colocaron en las calles como referencia del lugar que viven.
La pregunta que surge es qué acciones tomará la municipalidad para abordar estas deficiencias y cumplir con la visión de convertir a San José del Rincón en una ciudad verdaderamente hermosa, tanto en historia como en sus espacios públicos.
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