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El panorama para las pequeñas y medianas empresas de Santa Fe es desalentador. Las ventas minoristas acumulan una caída del 28% en el primer bimestre del año, con rubros esenciales como alimentos y medicamentos entre los más afectados.
Roberto Slobodianuk, representante local de la CAME, describió una situación crítica. Aseguró que «la caída es muy sostenida» y sostuvo que este momento exige medidas urgentes para evitar un círculo vicioso de recesión con graves consecuencias para la economía y el empleo en Santa Fe.
“Los rubros de comida y farmacias son los más preocupantes, con una disminución del 35% al 40%. Las personas no pueden comprar todo lo que necesitan y están autogestionando la administración de sus medicamentos”, comentó.
A su vez, el empresario mostró preocupación porque “los consumidores buscan marcas alternativas o reducen sus compras, comprando por unidades en lugar de kilos”. Esto provoca que “el consumo se resiente” y muchos comercios acumulan varios días sin ventas.
De hecho, comentó que un sondeo realzado por CAME demuestra que distintos comercios «manifestaron que pasaron tres y cuatro días sin hacer una factura; eso es delicadísimo».
Para colmo, el impacto de las tarifas agrava el panorama. Como resultado, según Slobodianuk, si esta situación se mantiene en los próximos meses, “el comerciante va a tener que prescindir de empleados».