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“Estrepitosa”. Así calificaron los industriales de Santa Fe la caída de la actividad pyme en el primer mes del 2024 en la comparación interanual. Es que un informe de CAME revela que el retroceso en enero llegó al 30% y la situación crítica genera preocupación.
Alejandro Taborda, titular de la Unión Industrial de Santa Fe reconoció que “hacía muchísimo tiempo que no veíamos caídas de dos dígitos, que dan un promedio del 30% y muchos casos de caídas del 40 o 50 por ciento”.
El relevamiento de CAME indica que la industria manufacturera pyme comenzó el año con una fuerte caída. En enero, se registró una merma del 30% en la facturación del sector medida a precios constantes respecto del mismo mes del año pasado. Es el segundo mes consecutivo que la actividad fabril se retrae confirmando una tendencia preocupante. En la comparación mensual desestacionalizada, también se registró un descenso del 9,1%.
Para el dirigente “hay mucha preocupación en todos los sectores” porque “no se puede hablar de uno en específico” ya que todos “están siendo afectados por una retracción en el consumo a raíz de las medidas tomadas por el gobierno nacional”.
Según el informe, las empresas operaron con 70,8% de su capacidad instalada, mostrando un declive de 2,3 puntos porcentuales frente a diciembre. El sector industrial está sintiendo fuerte el deterioro en el poder adquisitivo de la gente y la pérdida de competitividad en los mercados mundiales, que afecta a las empresas de perfil exportador. Igualmente, la reducción de la producción suele ser un proceso gradual, ya que implica decisiones sobre inversiones, empleo y otros factores.
Por otra parte, la menor demanda de materias primas e insumos provocó que disminuyera considerablemente la cantidad de industrias que reportan problemas de reposición de stock. El número de firmas que enfrentaban dificultades para reponer sus stocks se redujo a un 38,8%, en comparación con el 53,4% registrado en diciembre de 2023.
En síntesis, las industrias pyme se preparan para un panorama complejo en los próximos meses. La rentabilidad industrial está siendo amenazada por diversos factores: La baja en el consumo, producto del debilitado poder adquisitivo, sumado a la persistente inflación y el inminente aumento de tarifas de servicios públicos como la electricidad, generan un clima de zozobra y riesgo para la actividad industrial.
Estos resultados surgen del Índice de Producción Industrial Pyme (IPIP) que elabora CAME, con una muestra que alcanzó a 413 industrias pyme a nivel federal.