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El gobierno santafesino buscó marcar la cancha en la primera reunión paritaria que mantuvo con los gremios docentes. Los ministros de Trabajo y de Educación, Roald Báscolo y José Goity, advirtieron que los aumentos futuros estarán atados «a las posibilidades con las que cuenta la provincia». Los representantes de maestros públicos y privados respondieron reclamando que se cumplan los acuerdos ya pactados para el sueldo de diciembre, que deberían incluso impactar en un incremento en el aguinaldo de 2023.
Los funcionarios hablaron de la necesidad de administrar los recursos con eficiencia y pusieron sobre la mesa que el 25% de la masa salarial de diciembre pasado se destinó a pagar reemplazos. Describieron esa práctica como “insostenible”, ya que impacta en lo económico, pero también en el aprendizaje de los estudiantes.
“Más del 25% del total de la masa salarial de diciembre estuvo destinado a pagar reemplazos. El costo para el Estado es mayor, impacta negativamente en la economía y afecta directamente a los aprendizajes de los estudiantes”, planteó el titular de la cartera educativa en el comienzo de la negociación.
“Vamos a poner las reglas claras para evitar las injusticias y los abusos. No podemos abordar una recomposición salarial seria y sostenible sin ordenar también el sistema. No es sólo una discusión económica sino también pedagógica”, advirtió Goity.
Martín Lucero, explicó que Sadop (docentes particulares) aguarda la publicación del índice de Inflación del Instituto Provincial de Estadística y Censo (IPEC) para determinar a cuánto asciende el salario de diciembre y cerrar la paritaria comprometida para 2023. Esa, explicó el dirigente gremial, será la base para discutir aumentos futuros.
«Es difícil poner índices cuando se desconoce cuáles fueron los porcentajes de diciembre, uno de los más altos de la última década», explicó Lucero.
“En diciembre de 2023, el 25,31 % del total de la masa salarial estuvo destinada a pagar reemplazos. Los índices de reemplazos vienen creciendo año a año, el costo para el Estado es mayor y se torna insostenible. Revisar esto no implica para los docentes ninguna pérdida de derechos. Sólo es garantizar un Estado más eficiente y que los chicos puedan aprender mejor”, insistió Goity.
Los gremios no lograron introducir en el inicio de la discusión el porcentaje de recomposición salarial que pretenden lograr de inmediato para compensar los altos índices de inflación registrados en los últimos meses. Algunos deslizan que esa mejora, ya para febrero, debería al menos alcanzar un 80 por ciento. Además, para 2024 pretenden se aplique una revisión mensual a través de la cláusula gatillo.
El Gobierno de Maximiliano Pullaro, en cambio, buscó ubicar la discusión en otro punto. Lejos de hablar de aumentos, insistió en todo momento en hablar de “eficiencia”: económica y pedagógica.
Goity se encargó de marcar, incluso, los esfuerzos que la gestión provincial realiza para pagar los salarios frente a algunas detracciones que aplica el Estado nacional. El ministro habló de las modificaciones en el impuesto a las ganancias que permite mejorar los salarios docentes, pero advirtió que ese beneficio es posible gracias al financiamiento de las arcas provinciales.
“La provincia se ve afectada negativamente en sus ingresos por la menor coparticipación nacional de ese impuesto. Además, las medidas anunciadas por el Gobierno Nacional podrían afectar distintas transferencias como el FONID y el programa Hora 25”, anticipó.
La administración Pullaro buscó así poner sobre la mesa un panorama adverso y crudo de las cuentas públicas. Incluso, marcó a los dirigentes gremiales que los salarios docentes crecieron entre diciembre de 2022 y el mismo mes de 2023 un 30% más de lo que aumentaron los recursos de la provincia.
“Coincidimos en la importancia de la actualización de los salarios de los trabajadores, pero esa actualización debe ir con las posibilidades con las que cuenta la provincia”, concluyó Goity.
La mirada gremial
Los gremios insisten en que las arcas santafesinas tienen recursos. Esperan avances en la negociación en una segunda reunión que está prevista para la segunda quincena de enero y buscan tener sobre la mesa una oferta formal en los primeros días de febrero, semanas antes del comienzo del ciclo lectivo.
El secretario general de Amsafe, Rodrigo Alonso, aseguró tras la reunión que se debe cumplir con la paritaria 2023 y que no se dará «un solo paso atrás» en la defensa del poder adquisitivo del salario docente.
«Una vez que se conforma el salario del mes de diciembre con esta cláusula de actualización, hay que comenzar a discutir de qué manera mejoramos el salario 2024. Planteamos claramente que hay un acta paritaria, que fue homologada por el ministerio de Trabajo, y que se tiene que cumplir», aseguró el dirigente sindical. Un advertencia clara, quizás con el antecedente fresco del replanteo unidireccional que hizo el nuevo gobierno de Córdoba.
La reunión se convirtió en el primer round de una negociación históricamente ardua a la que la situación económica actual le suma complejidades. La intención del Gobierno es iniciar las clases el 26 de febrero próximo y garantizar 192 días. En la primera reunión paritaria fueron convocados los gremios Amsafe, AMET, Sadop y UDA.