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En la Argentina, el 30% de los dólares que ingresan por exportaciones proviene del complejo agro. Es por ello que la reactivación de la industria clave para el comercio exterior argentino se espera como maná del cielo, aseguró el trabajo de la Bolsa rosarina.
La suba en ingresos proyectados se explica por un salto en la producción del 150%, al pasar de los 20 millones de toneladas producidas en la campaña 2021/22, fuertemente afectada por la sequía, a 50 millones de toneladas, según las previsiones de la BCR, pero también de la Bolsa de Cereales de Buenos Aires (BCBA).
«Octubre se ha convertido en un mes de definiciones para los cultivos argentinos. Las ansiadas lluvias permitieron recomponer el perfil de humedad de los suelos en regiones claves, pese a que hacia el oeste de Buenos Aires y centro norte de Córdoba aún se requiere sumar más milímetros», señaló el informe de la entidad bursátil.
Eso, combinado con la mayor superficie sembrada en seis años, con 17,4 millones de hectáreas, «permiten proyectar una producción de soja de 50 millones de toneladas; ello es, dos veces y media la obtenida el ciclo anterior», explicó el trabajo de la entidad.
Si se suma el remanente que quedaría de la campaña 2022/23, la oferta total de soja en Argentina se estima en 58 millones de toneladas, en línea con el promedio de las últimas diez campañas y un 54% más que la 2022/23.
«Con ello puede preverse que el procesamiento de la industria aceitera crecería a 39 millones de toneladas, un aumento cercano al 50% respecto al ciclo previo», indicó la entidad.
Teniendo en cuenta este volumen de producción y de industrialización, para el ciclo actual se estiman exportaciones netas del complejo soja por apenas US$8.000 millones, el valor más bajo en casi 20 años, desde la campaña 2003/04.
Mientras tanto, para la nueva campaña 2023/24 y fruto de la recomposición productiva, se proyecta un ingreso de dólares por exportaciones netas de poroto de soja y productos derivados por US$18.000 millones.
Así, clima mediante, ingresarían unos US$10.000 millones más que la campaña pasada y por encima del promedio de los últimos 5 años, aunque aún debajo de las marcas de 2020/21 y 2021/22.
En el mismo análisis agregó que «el grueso de los ingresos por ventas al exterior históricamente se da en los primeros dos trimestres de la campaña, que representan en promedio el 61% del valor de las exportaciones», por lo que «podría esperarse una normalización en los volúmenes de comercio externo a partir del mes de abril del año próximo».
En cuanto al progreso de la siembra, en su informe mensual sobre estimaciones agrícolas a nivel nacional, la BCR indicó que a la fecha se lleva implantada un 8,75% más de área que en la 2022/23, ya que «la oleaginosa recibe 400.000 hectáreas del área intencionada con maíz temprano que ha quedado de lado por la falta de lluvias».