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En noviembre, la vacuna contra el dengue del laboratorio Takeda estará disponible en Argentina. La misma fue aprobada por la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (ANMAT) a fines de abril.
La indicación aprobada de la nueva vacuna es para la prevención del dengue causado por cualquiera de los cuatro serotipos existentes del virus en personas a partir de los 4 años con o sin antecedentes de dengue, sin la necesidad de la realización de análisis de sangre confirmatorio previo a su aplicación. El esquema completo incluye dos dosis que deben aplicarse separadas por un intervalo mínimo de tres meses.
La vacuna tendrá un costo similar a otras vacunas nuevas o recientes ya disponibles en el mercado en el sector privado, y el precio actual ya está publicado en los diferentes vademécums farmacéuticos. Se está trabajando con las distintas prepagas y obras sociales para que determinen la posibilidad de ofrecer descuentos a sus afiliados, que pueden ir desde el 40%, el 60% o más.
Recientemente, la OMS, a partir de la recomendación del Grupo de Expertos en Asesoramiento Estratégico sobre Inmunización (SAGE), informó que el dengue acarrea una importante carga para la salud pública de los países donde es endémico y, debido al cambio climático y a la urbanización, se prevé que esta siga en aumento. Por ello, recomienda utilizar la vacuna contra el dengue de Takeda en los lugares con una elevada carga de dengue y una alta intensidad de transmisión, a fin de lograr el máximo impacto en la salud pública.
¿Cómo está compuesta la vacuna?
La vacuna está compuesta por virus vivos atenuados y se desarrolló a partir del serotipo 2 del dengue, que conforma la base genética para ofrecer protección contra los cuatro serotipos, activando múltiples brazos del sistema inmunológico que contribuyen a la protección contra la infección y la enfermedad del dengue. Debe conservarse en heladera a una temperatura de entre 2 y 8 centígrados.
El dengue es una enfermedad viral transmitida por mosquitos, cuyo principal vector es la especie Aedes aegypti. Actualmente, constituye una importante amenaza para la salud pública mundial, con riesgo de infección en más de 125 países, incluidos muchos de América Latina. El dengue grave se ha convertido en una de las principales causas de hospitalización y muerte entre niños y adultos en algunos países de la región.
Entre los principales síntomas que podrían permitir sospechar la presencia de una infección por dengue -y ameritan la consulta sin dilaciones con la guardia médica- están los cuadros febriles agudos e inespecíficos, dolor de cabeza intenso, dolor detrás de los ojos, dolor muscular y en las articulaciones y a veces diarrea o vómitos; también en ocasiones pueden aparecer erupciones en la piel.
La nueva vacuna contra el dengue está contraindicada en embarazadas y en período de lactancia y en aquellos individuos inmunosuprimidos. Sus efectos adversos más frecuentes, aunque esporádicos, son dolor y enrojecimiento en el lugar de la inyección, dolor de cabeza, dolor muscular, malestar general y debilidad. En casos muy infrecuentes se puede presentar fiebre. Todos estos efectos fueron pasajeros y remitieron sin inconvenientes y están muy relacionados con el mecanismo de acción de la vacuna.
Ya fue aprobada, además de en la Argentina, por la Unión Europea, Islandia, Reino Unido, Brasil, Indonesia y Tailandia, entre otros.