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Para entender sobre los hechos, tendríamos que haber vivido esos 40 años; para comprender, mucho inciden los dichos para bien o para mal. Entiéndase bien cuando nos acercamos a la realidad y mal cuando nos aferramos a cosas no ciertas.
No obstante no podemos ser tan tajantes en ello; los matices y las zonas grises son lugares de reposo y pensamiento constante hasta que aparece la verdad. Lo malo es quedarse con ideas no ciertas y dormir con ellas para siempre.
Muchos afirman, y sin haber vivido esos 40 años, que la democracia no ha servido; pero lo que no advierten, es que en ese pendular de proyectos y modelos está la respuesta.
Hemos tenido momentos de desarrollo y bienestar; y momentos de crisis y depresión.
Por lo tanto no es la democracia, no es la política en sí el problema, sino la elección de modelo y proyecto de país por el que mayoritariamente se ha optado.
De mi parte y por haber vivido esos 40 años, ningún decir puede engañarme, los proyectos de derecha y los modelos neoliberales, no solamente, que destruyeron todo lo construido en una economía en crecimiento, sino que aún y después de todo, nos ha seguido condicionando.
Muy pronto el pueblo argentino deberá elegir; y no solamente un nuevo presidente, sino un proyecto de país y un modelo, que según la elección, nos dará la posibilidad de despegar de esta crisis o de ser definitivamente una colonia extranjera en la que dos tercios de la población, incluida la clase media, quedará afuera.
Por Oscar Rosas
