DESCUBRE EL ZAZEN EN COLASTINE NORTE: LA PRÁCTICA QUE BUSCA ARMONIZAR EL ESPÍRITU

En Colastiné Norte, un grupo se reúne para explorar el zazen, una práctica del budismo zen que va más allá de la meditación convencional, buscando una unión profunda con el cosmos y un cambio radical en el espíritu. Esteban Gamboa, responsable del dojo santafesino, compartió detalles sobre esta práctica y su significado.

El zazen que se practica en el dojo santafesino está enraizado en la Kosen Sangha, una línea del budismo zen transmitida por el maestro Kosen en Argentina. Esta corriente del budismo zen se origina en la enseñanza de Deshimaru, un japonés que llevó las enseñanzas zen desde Japón hasta Europa. Gamboa explicó el linaje del budismo zen desde sus raíces en la India hasta su llegada a Argentina.

«El zazen no es solo una meditación, es una postura, una respiración y una actitud del espíritu», aclaró Gamboa. La práctica de zazen se lleva a cabo en el dojo, donde los participantes ingresan descalzos para mantener una conexión con la tierra. La práctica tiene protocolos específicos y busca la armonía y la energía. Durante la práctica, se adopta una postura específica y se busca la inmovilidad y la tranquilidad mental.

La clave del zazen es estar presente en el momento, respirando y vaciando la mente. Aunque esta práctica puede ser recomendada por psicólogos o médicos para encontrar paz interior, también.

En cuanto a la ropa utilizada durante el zazen, las personas visten kimonos negros que simbolizan el vacío y ayudan a minimizar las distracciones. Gamboa también aclaró que el budismo zen no adora.

El zazen es una práctica que busca trascender las barreras religiosas y está abierta a todas las personas, independientemente de su religión. En distintos lugares de Argentina, incluyendo Capilla del Monte en Córdoba y varios dojos en Rosario y Reconquista, se practica el zazen bajo la guía de instructores como Esteban Gamboa.

Así, el zazen se presenta como una oportunidad para aquellos que buscan un cambio profundo en su vida espiritual y una conexión más íntima con el universo. En un mundo lleno de distracciones, esta práctica ofrece un espacio para la inmovilidad, la tranquilidad y la presencia en el momento. El dojo en Colastiné Norte, dirigido por Esteban Gamboa, abre sus puertas a todos, independientemente de su trasfondo religioso, invitando a explorar una forma única de meditación que trasciende los límites convencionales y se sumerge en la armonía del cosmos.

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