COMENZÓ ESTE MARTES EL JUICIO POR EL «CASO M» QUE ACUSA A UN TRANSPORTISTA DE RINCÓN POR ABUSO SEXUAL A SU SOBRINA

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Previo al inicio del juicio, familiares de la víctima se congregaron en Plaza de Mayo frente a los tribunales para expresar sus sentimientos sobre el caso. La madre de la joven destacó su confianza en la justicia y en la Justicia divina, y agradeció a Luis Mino, quien desde Aire de Santa escuchó su testimonio.

En los tribunales de Santa Fe dio inicio este martes el juicio por el Caso M, en el que Jorge Ulises Pereyra, un transportista oriundo de San José del Rincón, enfrenta cargos por abuso sexual agravado y corrupción de menores. El acusado está imputado de haber abusado sexualmente de su sobrina durante un período de ocho años. El juicio es presidido por los jueces Sergio Carraro, José Luis García Troiano y Martín Torres.

Jorge Pereyra se encuentra en prisión preventiva desde su detención en 2021 y enfrenta una posible condena de hasta 20 años de prisión, según lo solicitado por la Fiscalía y la querella. Durante la primera jornada del juicio, se llevaron a cabo los alegatos de la Fiscalía, a cargo de Roberto Olcese y Alejandra Del Río Ayala, así como los alegatos de la querella, representada por Carolina Walker Torres y Agustina Taboada. Los defensores particulares de Pereyra, Diego Lorefice y Cintia Duarte, también presentaron sus argumentos.

Se espera que los alegatos de cierre concluyan al final de la semana, y se estima que el tribunal dicte la sentencia el 21 de junio, luego del fin de semana largo.

El Caso M se remonta al año 2020, cuando la víctima realizó la denuncia por los abusos sufridos durante su infancia y adolescencia. La joven es representada por la abogada Carolina Walker Torres, y la acusación está a cargo del fiscal Roberto Olcese, de la Unidad de Violencia de Género, Familiar y Sexual.

El tribunal encargado de llevar adelante el juicio está conformado por los jueces Cecilia Labanca, Martín Torres y José Luis García Troiano. Uno de los puntos clave que se discutirá durante el proceso es la fecha en la que cesaron los abusos. La defensa sostiene que los abusos cesaron en 2008, un año antes de lo indicado por la acusación, y argumenta que los plazos de prescripción ya habrían vencido al momento de la denuncia en 2020. Por su parte, la Fiscalía y la querella insisten en que la discusión se debe resolver en el juicio y presentarán testimonios que respaldan su versión.

El juicio continúa y se espera que brinde justicia a la víctima y arroje luz sobre los hechos ocurridos en el pasado. La sociedad sigue de cerca este caso, que pone en evidencia la importancia de abordar y condenar los delitos de abuso sexual, así como el apoyo y la protección a las víctimas.

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