MUERTE DEL EMPRESARIO OLDANI: ES UN MISTERIO QUE LAS IMÁGENES DE SEGURIDAD APARECIERAN EN LA CASA DE UN POLICÍA RINCONERO

Otro escándalo de proporciones en la policía vuelve a poner a San José del Rincón como noticia, involucra a un agente policial rinconero y la misteriosa aparición de imágenes de cámaras de seguridad de la Galería Rivadavia, en donde fue asesinado el empresario Hugo Oldani.  halladas en el domicilio particular del agente policial en Rincón. Este interrogante en la ya complicada trama del  crimen, que investigaba la fiscal Cristina Ferraro (también procesada), agita las aguas de la región.

Las imágenes corresponden a la escena del homicidio de Hugo Oldani, empresario santafesino asesinado el 11 de febrero de 2020. Cristina Ferraro, la fiscal que investigó este caso y que actualmente se encuentra procesada por la Justicia Federal, rompió el silencio después de tres años de misterio y sospechas. La fiscal, quien podría enfrentar la destitución de la Legislatura provincial, se defiende argumentando ser víctima de una persecución política, mediática y laboral.

La noche de la muerte de Oldani, la fiscal Ferraro permitió a los familiares del empresario ingresar a las oficinas de su negocio en la Galería Rivadavia. Según Ferraro, sólo recogieron documentación de Oldani. Sin embargo, se informa que se llevaron una considerable suma de dinero y documentación relevante, todo sin que nadie se percatara de ello.

Pero la trama se espesa aún más. Mientras Ferraro estaba en el lugar, los policías desconectaron una cámara de seguridad que apuntaba a Oldani Turismo y la volvieron a conectar a la mañana siguiente. Estos agentes también se encuentran procesados por la Justicia federal. El hecho más desconcertante es que las imágenes de las cámaras de seguridad de la Galería Rivadavia aparecieron en el domicilio de un policía en San José del Rincón.

El fallo de Ferraro en garantizar la preservación de la escena del crimen ha generado numerosas críticas. No sólo permitió que familiares de Oldani se llevaran documentación valiosa y una cantidad significativa de dinero de la escena, sino que también permitió que ingresaran de manera remota a las computadoras de la empresa días después.

Estas decisiones cuestionables han dejado a la fiscal Ferraro en una situación complicada y sin respuestas convincentes para una serie de preguntas en este caso: desde por qué autorizó el ingreso remoto a las computadoras de la empresa hasta por qué las imágenes de seguridad terminaron en el domicilio de un agente policial de San José del Rincón.

Este hecho y la implicación de una figura pública como la fiscal Ferraro ha dejado una sombra de duda sobre la transparencia y la integridad de las instituciones judiciales y policiales de la región. El caso Oldani, con todos sus misterios y sospechas, continúa agitando las aguas y poniendo mantos de dudas sobre la integridad de la policía involucrada en hechos delictivos.

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