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Dos policías y tres civiles fueron detenidos y acusados de ser los principales sospechosos del copamiento a la subcomisaría 20 de Arroyo Leyes y el posterior asalto a una familia vecina, ambos hechos ocurridos en noviembre del año pasado.
La captura de los mencionados se produjo en el marco de 14 allanamientos realizados en distintos puntos de Santa Fe, Santo Tomé y Arroyo Leyes, los que fueron solicitados por la fiscal que investiga estos hechos, doctora María Laura Urquiza. Uno de los policías apresados fue quien aquella madrugada del 17 de noviembre del 2022 se encontraba de guardia en la dependencia policial de la costa. El otro uniformado detenido no estaba en ese lugar. Según trascendió uno de éstos sería familiar de un ex alto jefe de la fuerza.
Como se sabe, aquella nefasta madrugada dos de los delincuentes llegaron a la dependencia vestidos con uniformes policiales diciendo que necesitaban ayuda por haber roto un neumático, pero luego irrumpieron otros cinco cómplices con los rostros cubiertos por pasamontañas y ataron y amordazaron a los oficiales que estaban en el lugar. Los asaltantes despojaron a los tres policías de una pistola reglamentaria, una escopeta, un chaleco antibalas y una camioneta patrullera, y también robaron un automóvil Peugeot 206, teléfonos celulares y otros elementos en una casa vecina.
De esa forma, los delincuentes emprendieron la fuga rumbo al sur por la ruta provincial 1 en el auto particular y en el patrullero, que abandonaron en distintos lugares tras tirotearse con la policía que comenzó a perseguirlos. Poco después el patrullero de Arroyo Leyes fue encontrado abandonado en callejón Reyna, y calle Benteveos, donde algunos testigos refieren que vieron bajar a cuatro sujetos. Casi en simultáneo otro grupo de investigadores halló el Peugeot 206 en la zona de calle Mocoví en su intersección con calle Pororoca, donde se dieron a la fuga los 3 delincuentes restantes hacia un descampado de la zona sur.