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La Provincia de Santa Fe a través del Ministerio de Obras Pública de la Provincia licitará hoy las obras de mejoras del terraplén Garello. Las obras demandarán una inversión de más de 2.000 millones de pesos y tendrán una duración de doce meses.
Desde 2014 se inició un proceso de desmoronamiento de las defensas que protegen al Terraplén Garello que hoy presenta un desmoronamiento de más de 40 metros. Esto pone en riesgo a San José del Rincón y a Colastiné Norte ante futuras crecidas del río.
Se trata de un punto particularmente vulnerable del anillo de defensas, ya que en ese lugar el río Colastiné impacta de lleno contra el terraplén y produce un constante efecto erosivo. El área afectada es considerada una zona de riesgo y si se produjera alguna filtración en este punto del anillo defensivo, podría generar serios inconvenientes en ese sector. En 2008, se reforzó este punto de las defensas con la construcción de un tablestacado –un muro con bloques de hormigón– y se colocó una «manta geotextil» que debía proteger el terraplén sobre la margen del río Colastiné. Básicamente, se trata de una tela resistente que protege de la erosión a los taludes de tierra. Sin embargo, esta manta –una protección flexible– debía extenderse hasta el punto más profundo del río, pero por razones presupuestarias en aquel momento terminó abarcando una superficie menor. Esta situación favoreció un rápido proceso de erosión fluvial en este punto de la defensa.
¿En qué consisten las obras para reforzar el Terraplén Garello?
El proyecto que será licitado en los primeros días de noviembre abarca distintos aspectos para fortalecer las defensas en este punto crítico. Una de las tareas esenciales será dragar la margen izquierda del río Colastiné, exactamente frente a la zona del desmoronamiento del tablestacado.
La arena extraída sobre la margen izquierda del río será utilizada para reforzar los taludes que se encuentran a lo largo de la margen derecha y que protegen a San José del Rincón y a Colastiné Norte. Luego, se colocará una nueva manta textil a lo largo de más de 200 metros sobre la defensa, que llegará hasta el punto más profundo del río Colastiné. El tercer aspecto de esta obra es la construcción de «una pantalla» de hormigón, que se levantará unos cinco metros antes del actual tablestacado. Se trata de muro construido con pilotes de hormigón armado que tienen cerca de 20 metros de largo y 80 centímetros de diámetro, que serán enterrados unos junto a otros en la zona más crítica de la defensa, a lo largo de 100 metros, aproximadamente. Se optó en aplicar este método para reconstruir la zona desmoronada del terraplén Garello porque existen empresas con experiencia en la región, con la capacidad necesaria para llevar adelante la obra. El sistema de defensas de Santa Fe consiste en anillos de terraplenes, por lo que cualquier falla en un punto determinado del sistema pone en jaque a toda la zona protegida frente a la posibilidad de ingreso del agua del río. Una situación dramática que se produjo durante la trágica inundación de 2003, cuando el Salado atravesó un punto sin terminar en las defensas del oeste y se encontró con un anillo defensivo que no permitió el natural escurrimiento de las aguas. Las consecuencias de esta conjunción de factores produjeron uno de los momentos más difíciles de la historia de la ciudad.