LOS FLAMENCOS EN LA SETÚBAL POR LA BAJANTE SE QUEDARON EN LA ZONA

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Estas preciosas aves aparecieron durante la pandemia y se quedaron. Con la bajante está mutando el ecosistema. La opinión de un especialista.

Los flamencos continúan en la laguna Setúbal desde el inicio de la pandemia, cuando comenzaron a sobrevolar este espejo de agua en busca de alimentos. Y se quedaron al menos hasta ahora. Los ornitólogos y especialistas plantean la necesidad de preservar a estas especies y otras que habitan la laguna. Y, en ese sentido, proponen que se imponga el ecoturismo en el nuevo humedal de la Setúbal.

«Es verdaderamente una novedad que los flamencos se hayan quedado tanto tiempo en la laguna», dijo Eduardo Beltrocco, guía intérprete de la naturaleza. «Se quedaron porque debido a la bajante, no hay tanta actividad náutica (a motor) como lo había antes, y están más tranquilos, y además, posiblemente hay alimento que ellos buscan y por eso se quedan», agregó.

Nadie sabe a ciencia cierta qué ocurrirá cuando el nivel del río Paraná recupere su altura habitual y la laguna se llene de agua marrón. Con ello se perderán estas grandes extensiones de orillas. Y los flamencos volarán en busca de otro hábitat natural. O no.

«No sabemos si se quedarán a nidificar en la laguna. Eso sería muy interesante», dijo Beltrocco, quien luego mencionó que una de las colonias de nidificación más grandes de flamencos está en la laguna Mar Chiquita (Córdoba), además de las lagunas alto andinas.

Mientras tanto siguen allí, donde nace la laguna, a la altura de Chaco Chico. A pesar de las quemas, a pesar de la presencia humana desde que salimos del aislamiento y volvimos a ocupar ese espacio. Ellos siguen allí. En convivencia. Aportando su parte al ecosistema. Enseñándonos cómo preservarlo. Porque muchas veces somos nosotros quienes no aprendemos.

¿Están dadas las condiciones para que los flamencos se queden en la Setúbal?

-No lo podemos afirmar a ciencia cierta. Lo que sí podemos decir es que la Setúbal está cambiando su fisonomía. Y no sabemos hoy cómo afectará a futuro a la avifauna. Lo que hoy es una laguna en algunas décadas quizá se transforme en un río. Y ello es muy interesante. Porque crece nueva vegetación y ello va a traer una flora y una fauna distintiva asociada. Quizá en un par de años sigan los flamencos acá.

Además de flamencos hay varios tipos de aves que disfrutan del nuevo humedal de la Setúbal. Los especialistas ya identificaron más de 60 especies. La pregunta es: qué podemos hacer los seres humanos para preservar esta naturaleza. Cómo aprovechar para disfrutarla.

Avistaje

En otros rincones del planeta, el avistaje de aves sirve para la conservación. Esta iniciativa llena de encanto es una buena opción de turismo ecológico. Los paseos naturales para ver las aves tienen varios beneficios. Contribuyen a su monitoreo, reducen la cacería y el comercio ilegal de las especies.

En la ciudad de Santa Fe los avistaje de aves se realizan hoy en el Jardín Botánico y en la Reserva del Oeste. ¿Podrá sumarse la Setúbal?

«Sería muy interesante que el sector norte de la Setúbal pueda llegar a ser una suerte de reserva natural, no sólo por la avifauna y la flora, sino por la historia de la laguna», dijo Beltrocco. «Pensemos que históricamente se la conocía como laguna de los Quiloazas, que fueron los primeros habitantes de sus orillas, y no mucha gente lo sabe. Entonces, si se llegase a transformar en una reserva se podría aprovechar para dar a conocer esta rica parte de nuestra historia, es decir que importa por lo natural y también por lo cultural», finalizó.

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