LA UNL PRESENTÓ UNA INVESTIGACIÓN SOBRE LAS MUJERES POLICÍAS DE SANTA FE

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Se presentó en el Ministerio de Seguridad de Santa Fe el informe final de un trabajo de investigación realizado por la Universidad Nacional del Litoral (UNL) que busca reconstruir experiencias, representaciones y prácticas con relación al trabajo de las mujeres policías de Santa Fe. El equipo de investigación dirigido por Máximo Sozzo, director del Programa Delito y Sociedad de la UNL e integrado por María Victoria Puyol, María Paula Spina, Juan Saba, Rocío Truchet y Guadalupe Jancick resaltan que la exploración de este tema se encuentra aún en sus inicios en nuestro país, con algunos pocos estudios específicos, lo que significa un aporte central para pensar y debatir sobre las políticas policiales.

La investigación “Trayectorias y roles laborales de las mujeres policías de la provincia de Santa Fe” se inició en septiembre de 2020 a partir de un acuerdo con el Consejo Federal de Inversiones y la Subsecretaría de Bienestar y Género del Ministerio de Seguridad de la provincia de Santa Fe.  Se realizaron entrevistas en profundidad a mujeres policías que se desempeñaban en las cinco unidades regionales más importantes de la provincia y que tienen diferentes grados, antigüedades y se desenvuelven en distintas tareas policiales.

Se abordaron diferentes problemáticas y dimensiones que se presentan bajo los temas: ingreso, formación, carrera, familia y trabajo, tareas policiales, relaciones con los ciudadanos y uso de la fuerza, relaciones con los varones policías dentro y fuera del trabajo, acoso y maltrato entre otros.

Ingreso y formación

En el estudio, las mujeres policías subrayan en cuanto al ingreso, la importancia de la “vocación policial”, colocando en un segundo plano la búsqueda de estabilidad económica y el peso de la presencia de familiares cercanos que son parte de la fuerza policial.

Sobre la formación, las mujeres que actualmente trabajan en la policía pasaron por distintos tipos de circuitos. Las que fueron a la Escuela de Cadetes -poco más de un cuarto del total- tienen frecuentemente una mirada relativamente positiva -aunque señalan experiencias traumáticas y violentas, consideran que fueron útiles para prepararlas para el trabajo policial. Solo un sexto presenta una mirada negativa de la formación recibida, en función de su corta duración y su escasa calidad. En cambio, más de la mitad de las que fueron al Instituto de Seguridad Pública -casi dos tercios de las entrevistadas- realizan una valoración positiva de su formación inicial.

En cuanto al cupo, 8 de cada 10 de las mujeres entrevistadas cree que no es necesario para el ingreso a la policía, y tres cuartas partes están a favor de un ingreso paritario entre varones y mujeres.

Tareas y carrera policial

La enorme mayoría de las mujeres policías consideran que se encuentran igualmente capacitadas que los varones policías para ocupar puestos de mando. Algunas entrevistadas señalaron incluso que las mujeres aportan una serie de cualidades específicas que les permiten ganarse el respeto y consolidar su liderazgo, como el mayor apego a las reglas y la mayor predisposición al diálogo.

En cuanto al tipo de tareas policiales que desempeñan o desempeñaron existe una fuerte reproducción de un patrón tradicional con una sobre representación en labores administrativas. En la actualidad casi 6 de cada 10 mujeres policías dijeron realizar exclusivamente tareas administrativas, mientras que de acuerdo al Censo Policial 2020 esta opción es elegida sólo por 2 de cada 10 policías. Solo un cuarto de las entrevistadas señala que se dedican exclusivamente a tareas vinculadas a la policía de seguridad y 6 de cada 10 mujeres policías nunca han usado sus armas de fuego en el marco de sus tareas policiales.

En términos de oportunidades de ascenso en la carrera policial, 7 de cada 10 entrevistadas sostienen que existe igualdad entre varones y mujeres. Muchas de ellas afirman que esto es resultado de un cambio en los últimos años. Situación que se asocia a la mayor cantidad de mujeres dentro de la institución policial pero también a su mayor tendencia a capacitarse con relación a los varones. Un quinto, sin embargo, afirma la persistencia de desigualdades que se asocian al machismo.

Maltrato y acoso laboral

En el plano de las experiencias, más de la mitad de las mujeres policías dijeron haber sufrido maltrato laboral y más de un tercio han sido víctimas de acoso sexual en la institución policial al menos una vez a lo largo de su carrera. De cada 10 mujeres, 4 sostuvieron que es un fenómeno difundido en la policía santafesina y señalaron que los protagonistas eran sus superiores jerárquicos, lo que evidencia su fuerte vinculación con las relaciones de mando y obediencia al interior de la institución policial.

Frente a las situaciones de maltrato laboral, solo un puñado de mujeres policías realizaron una denuncia formal y sólo el 12% de las mujeres policías dijeron haber denunciado formalmente el acoso sexual sufrido. Como en el caso del maltrato policial, las entrevistadas recurrieron a vías informales para solucionar el problema cómo enfrentar al agresor o hablar con un superior para que interviniera, por lo general trasladando al agresor o a la agredida.

Maternidad, familia y trabajo policial

Casi 9 de cada 10 entrevistadas sostuvo que resulta difícil articular las exigencias de la vida familiar, con su sobrecarga de tareas de cuidado en las mujeres en comparación con los varones, con las exigencias del trabajo policial. Por otro lado, dos tercios de las entrevistadas sostuvo que las mujeres policías suelen ser indebidamente estigmatizadas por los varones policías pues en función de las tareas de cuidado ligadas a la maternidad solicitan permisos y licencias. Asimismo, 6 de cada 10 considera que ante esta situación muchas veces las mujeres policías deciden no ascender en la carrera policial.

También se destaca que casi la mitad de las mujeres policías consideran que experimentan el stress del trabajo policial de una manera más marcada que sus pares varones, esto se asocia a las responsabilidades de las tareas de cuidado en el contexto familiar y a la necesidad de demostrarle a los varones policías de lo que son capaces y a la constante posibilidad del maltrato y el acoso.

Sin lugar a dudas, este tipo de trabajos constituyen un aporte fundamental para alimentar el debate público acerca de las decisiones y acciones en materia de política policial con respecto a las mujeres policías, que buscan promover la igualdad y el mejoramiento de sus condiciones de trabajo.

Para más información comunicarse  a  delitoysociedad@unl.edu.ar.

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