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Hubo un debate sobre la autoría del más grande de los acusados, pero finalmente seguirá detenido. Abusaron a un chico de 16 años y lo abandonaron en una estación de servicios.
El juez Gustavo Urdiales resolvió otorgar la prisión preventiva a los tres imputados por delitos sexuales contra un menor de 16 años. El fiscal Matías Broggi relató sobre los hechos que un adolescente fue trasladado en la madrugada del 25 de diciembre cerca de las cinco de la mañana en una camioneta por los hombres. Dos de ellos lo violaron, entre los tres lo sometieron y golpearon, hasta que lo dejaron solo en una estación de servicios abandonada. Fue a la salida de un boliche en Santa Rosa de Calchines.
Este miércoles fue la audiencia donde se imputó a L. O. B. (el dueño de la camioneta que tiene 60 años), H. O. B. (el hijo del primero de 35 años) y C. V. R. (amigo del anterior de 45 años) por delitos contra la integridad sexual en una audiencia liderada por el juez Jorge Patrizi. Las calificaciones legales para L. O. B. y C. V. R. son como coautores de abuso sexual con acceso carnal calificado por la participación de dos o más personas en concurso ideal con promoción a la corrupción de menores agravada por violencia y para H. O. B como partícipe secundario de abuso sexual con acceso carnal calificado por la participación de dos o más personas en concurso ideal con promoción a la corrupción de menores, agravada por violencia en carácter de coautor.
«Le arruinaron la vida para siempre»
La audiencia de este jueves comenzó con el testimonio de la madre del menor que dijo que era la segunda vez en su vida que salía a bailar, ya que siempre lo protegieron mucho. «Estos abusadores le arruinaron la vida para siempre, tiene 16 años y no quiere dormir solo. Quiero que se haga justicia, que no salgan más», dijo la mujer frente a Urdiales con notable angustia.
Luego Broggi dio a conocer los resultados de entrevistas a los distintos familiares que conversaron con la víctima y les relató los hechos. También de una médica, y otros trabajadores de la salud, del Samco de Santa Rosa de Calchines que fue quienes dieron aviso del hecho a la fiscalía. El adolescente tardó un día en contar porque sentía vergüenza y tenía miedo que lo reten, razón que dio el fiscal para argumentar el grado de vulnerabilidad de la víctima.
Sobre los hechos, todos los relatos tuvieron en común que el joven les dijo que cuando salió de la fiesta Black Fest por Navidad a las 5 de la mañana con dos amigas, se encontró con «tres viejos» en una Hilux que les ofrecieron llevarlos a un after (otra fiesta). Fue entonces como terminó dentro del vehículo donde fue violado y golpeado. Señaló como autores a dos de los tres hombres. «Del otro no se si me violó o no», les dijo el nene a su familia y a los médicos. Se refiere a H.O.B., el hijo del dueño de la camioneta que fue secuestrada para análisis en laboratorio.
El adolescente señaló que uno de sus atacantes (C. V. R) es el padre de una compañera de la escuela. Así, la familia comenzó a buscar fotos del hombre y se las mostró al chico. A partir de ahí señaló a los otros dos, que son padre e hijo. Según relató Broggi, la víctima vio una foto de los tres de esa misma noche abrazados con la Hilux atrás. Otras de las pruebas que serán analizadas será una prenda de vestir que el nene tenía puesta esa noche y con la que volvió a su casa que podría tener material biológico de sus agresores.
Pañuelos Amarillos, la agrupación en contra de los abusos sexuales infantiles, acompañó a la familia del adolescente con aplausos en las afueras de Tribunales este mediodía. La audiencia duró dos horas.
Pañuelos Amarillos, la agrupación en contra de los abusos sexuales infantiles, acompañó a la familia del adolescente con aplausos en las afueras de Tribunales este mediodía. La audiencia duró dos horas.
«Se equivocaron de persona»
El abogado defensor de L.O.B. y de H.O.B es Sebastián Oroño, quien sostuvo que los hechos no estaban acreditados porque la foto que describió Broggi no estaba en el expediente del caso. También aportó testimonios de los familiares de ambos que relataron que el hombre de 60 años «se fue a dormir». Primero se acostó en la casa de su hija donde pasaron la cena navideña y luego se fue a dormir a su casa con su esposa. L.O.B. habló con el juez y describió que H.O.B. fue a las 3 de la mañana a su casa, le pidió prestada la camioneta y le dio las llaves. «No hay elementos suficientes para acreditar la autoría», dijo por su parte el letrado.
Además, hizo hincapié en que quien se fue con H.O.B al boliche, a la Black Fest, fue el primo de este J.B., y sostuvo Oroño: «La fiscalía se confundió de persona». A partir de esta opinión, argumentó que no podía quedar en prisión preventiva porque faltan elementos ya que no se hicieron las ruedas de reconocimiento ni la Cámara Gesell aún. Luego el defensor señaló que tampoco estaba acreditada la autoría de H.O.B. por los mismos motivos.
La defensora de C.V.R. es Silvina Corvalán, que adhirió a las observaciones de Oroño para que no quede en prisión preventiva y propuso que su cliente se mude a Paraná a la casa de los padres de este para no continuar en prisión preventiva.
«Se usó violencia extrema»
Urdiales finalmente resolvió de manera oral y extensa que los tres queden en prisión preventiva ya que «se trata de una instancia de la investigación de probabilidad», no de autoría de los hechos. «El relato del menor es contundente», dijo el juez y sostuvo que «la hipótesis fiscal está afianzada en que el hecho existió». Entre varios argumentos, sostuvo que el fundamento de la prisión preventiva tiene el fin resguardar a la víctima menor de edad en un pueblo chico donde las distancias son cortas y «todos se conocen».
Destacó que el adolescente «pudo señalar a uno de los agresores porque lo conocía de antes» y que el reconocimiento a través de las fotos Facebook fue «la herramienta que tuvo al alcance la víctima en una primera instancia, es lo que conocía». Además expresó que «el relato se encuentra objetivizado por personal médico que intervino». «Dependerá de cómo continúe la investigación, y de la Cámara Gesell».
Por último Urdiales señaló que «no se trata de cualquier delito, sino uno de integridad sexual. No es un robo o una estafa». Apuntó a que un abuso sexual tiene un impacto en la psiquis y el cuerpo de la persona. «En este caso se usó violencia extrema, se usaron autos para cometerlo», dijo. Por este motivo consideró que son insuficientes las medidas propuestas por las defensas de los imputados y les otorgó la prisión preventiva.