SIN BURBUJAS VUELVEN LAS CLASES PRESENCIALES A PARTIR DE SEPTIEMBRE EN SANTA FE

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El ministro de Educación de la Nación habilitó la presencialidad plena a partir del 1º del mes que viene y Santa Fe adhirió al nuevo protocolo.

Después de un año y medio los chicos volverán a las aulas tal como lo hacían antes de la pandemia, sin burbujas, aunque manteniendo un distanciamiento prudencial para evitar contagios de coronavirus.

El ministro de Educación de la Nación, Nicolás Trotta, lo definió ayer en la reunión del Consejo Federal de Educación, junto con sus pares provinciales, en la que participó la titular de la cartera santafesina, Adriana Cantero, quien adhirió a las decisiones nacionales.

Desde el 1° de septiembre podrán asistir todos los chicos, tanto del nivel primario como del secundario y deberán cumplir con un nuevo protocolo que también se definió ayer.

De esto modo dejará de regir la “bimodalidad” con chicos en clases en casa, a través de una pantalla y el resto presenciales en el aula.

Los profesores podrán dar la clase a todo el curso junto, en el mismo aula. Esto será posible gracias al nuevo protocolo que aprobaron ayer los ministros de Educación, ante las favorables variables epidemiológicas de las últimas semanas.

“Nuestro objetivo es recuperar presencialidad sin alternancia en todos aquellos lugares donde la relación entre el espacio y la matrícula permita estas posibilidades y por lo tanto en breve estaremos comunicándole a todas nuestras escuelas santafesinas cuáles son las variaciones respectivas”, declaró ayer la ministra Cantero.

Protocolo

El nuevo protocolo habilita a las escuelas que no tengan suficiente espacio en las aulas a disminuir el espacio entre los bancos de los alumnos.

Hasta ahora cada pupitre debía colocarse a un metro y medio de distancia, por lo que solo entraba un grupo de alumnos de cada curso.

Ahora, el distanciamiento podrá ser de 90 centímetros, lo que permitirá ampliar el aforo de ocupación de cada salón. Y en los casos en que ni si quiera se pueda sostener los 90 centímetros, también se podrá reducir esa distancia.

Concretamente, los ministros definieron tres situaciones en las que se ubicarán las escuelas:

Condición óptima: cuando las escuelas puedan asegurar la presencialidad completa manteniendo un distanciamiento físico de 1,5 metro entre estudiantes, sin dejar de ventilar, asegurando el uso de barbijos y la higiene de manos. Para mantener esta distancia es necesario aprovechar al máximo el mobiliario escolar en toda su extensión.

Condición admisible: solo en el caso de que no sea posible asegurar el distanciamiento de 1,5 metro, se tomará una distancia física de 90 centímetros entre estudiantes en las aulas, manteniendo el requerimiento de 2 metros en los espacios comunes y con el cuerpo docente.

En este caso, aumenta el requisito de ventilación, no solamente manteniendo abiertas ventanas y puertas, sino incrementando el tiempo de ventilación entre clases.

Excepciones: para los casos en los que no sea posible mantener un distanciamiento de 90 centímetros entre estudiantes, se podrá mantener una separación mínima de 50 centímetros.

Esta excepción podrá aplicarse en contextos de bajo y medio riesgo epidemiológico y con adecuada cobertura de vacunación en la población general.

En el caso de que el riesgo epidemiológico pase a ser alto, no se podrán establecer esta excepción.

La ministra Cantero adelantó que “en el caso de aquellas escuelas que por la cantidad de matrícula y los espacios muy pequeños no puedan cumplir esta medida admisible estaremos analizando en el marco de las excepciones posibles, situación por situación, para ayudarlos a organizar una alternativa de posibilidad de ir también recuperando esa presencialidad buscada, pero siempre teniendo el compromiso y la responsabilidad del cuidado de la salud”.

Se espera que entre hoy y mañana las escuelas reciban la información oficial del Ministerio de Educación provincial.

Testeos

En cuanto a los testeos indicados para las escuelas que no puedan tener el suficiente distanciamiento entre los alumnos, podrán consistir en pruebas de presencia de antígenos correspondientes al virus Sars-CoV-2.

El tipo de muestreo (censal, aleatorio, por muestra predeterminada) será determinado por cada jurisdicción, y deberá realizarse con una frecuencia semanal.

En el caso de detectar los antígenos correspondientes se procederá a suspender las clases presenciales en la cohorte que los haya presentado, procediendo al aislamiento preventivo de estudiantes y docentes que hayan estado en contacto estrecho de aquellos que presenten resultados positivos.

Por último, todo lo que se refiere al uso de medidores de dióxido de carbono, su implementación y recomendaciones se encuentran detallados en la guía presentada como Anexo de la resolución CFE 398/21.

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