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Al tener menor orden de profundidad, las barcazas permiten que el ente continúe funcionando con normalidad. «El río tendría que descender dos metros más de lo que está hoy para que el puerto quede no operativo: estamos muy lejos», transmitieron.
Si bien han efectuado advertencias, por el momento se descarta que haya inconvenientes con la navegación debido a la bajante histórica que está experimentando el Río Paraná. Sin embargo, el Puerto de Santa Fe ha tenido que adoptar medidas debido a estos niveles. Entre ellas, operar con barcazas y dejar de lado los buques, de una profundidad superior a las primeras.
Esteban Franco, Gerente de Ingeniería Portuaria, le contó a Buen Santa Fe que «la mayoría de los que trabajamos en el Puerto, estamos viendo por primera vez esta situación: hidrómetro en el orden de los 30 cm. Repercute en nuestras operaciones. La principal medida que tenemos para afrontar estas situaciones es el constante dragado: el ente cuenta con dragado propio y tenemos que hacer sintonía fina. Persistir con eso. Eso no impide que el puerto siga operando».
Además, explicó que «el Puerto de Santa Fe fue previsto y diseñado para operaciones con buques. Esta bajante nos obliga a rediseñar nuestro esquema de operaciones y operar con barcazas: tienen una profundidad necesaria para viajar. No un buque, que tienen un orden de 4 a 6 metros de profundidad. Con esta situación, hacemos nuestros embarques con barcazas, que tienen 3 metros. Nuestro determinante es de 4,70m. El río tendría que descender dos metros más de lo que está hoy para que el puerto quede no operativo: estamos muy lejos de que el Puerto no pueda operar. La limitante es no poder operar con buques, sí lo hacemos con barcazas».
En cuanto a las previsiones futuras, señaló: «nos basamos en los reportes que nos pasa el INA. Como todo pronóstico, está basado en datos estadísticos y modelos matemáticos que tienen su rango de precisión. Los últimos que nos pasaron no son alentadores en cuanto a la altura hidrométricas. Todo el año vamos a tener un panorama similar a este. Nos hacemos la idea de mantener este esquema de trabajo. Las barcazas son la embarcación que más se adaptan a esto«.
Con respecto a sus sensaciones personales, describió que «como ingeniero, me gusta trabajar con las estructuras que fueron construidas hace más de 100 años y el estado asombroso en el que están. No deja de asombrar la ingeniería de esa época y la magnitud de esa obra. Nos permite seguir utilizándola en óptimas condiciones. Esta situación de bajante permite observar cosas que nunca tuvimos oportunidad de verlas en años anteriores. Es provechoso para nosotros, estamos haciendo relevamientos constantes. Aprovechando la oportunidad de esta situación crítica».
«Es una deuda que tenemos desde el ente: hacer publicidad del Puerto. Es la primera ciudad puerto del país. Cada vez que voy afuera, se nombra. No todos los santafesinos lo sabemos e interiorizamos. Los propios ciudadanos venían a ayudar con la excavación. Hay mucho puerto en las venas de los santafesinos aunque no lo sepamos todos«, cerró.